En los últimos tiempos se ha entrado a cuestionar, si nuestro hospitales públicos, deben atender o no a los ciudadanos extranjeros.

Desde la -Dirección de Salud y Vivienda- de la Defensoría del Pueblo, se señaló que es esta una cuestión que toca directamente a todos los niveles de atención sanitaria que brinda nuestra provincia y en tal sentido se debe obviamente, en primer lugar, hacer la diferencia de aquellos extranjeros que en ocasiones están de paso o vienen a visitar a familiares y  demandan una atención sanitaria, acreditada su identidad debe ser los  mismos atendido.

La otra cuestión, es la de muchos extranjeros que eligen nuestros nosocomios porque en sus países no poseen un sistema de Salud Pública o porque los nuestros son mejores y ello es harto elocuente en provincias fronterizas como la nuestra. En este contexto se debe señalar claramente que no se pretende con ningún tipo de medida estigmatizar ni mucho menos que el extranjero abone de su propio bolsillo alguna atención medica como si se trataran los hospitales públicos de instituciones privadas.

Así tenemos que observar que el art. 8 de la ley Nº 25.871 de Migraciones establece que: “No podrá negársele o restringírsele en ningún caso, el acceso al derecho a la salud, la asistencia social o atención sanitaria a todos los extranjeros que lo requieran, cualquiera sea su situación migratoria. Las autoridades de los establecimientos sanitarios deberán brindar orientación y asesoramiento respecto de los trámites correspondientes a los efectos de subsanar la irregularidad migratoria”.-

En ombudsman provincial destaco que, es el propio Papa Francisco quien defiende que la salud «no es un bien de consumo, sino un derecho universal» y por tanto, el acceso a los servicios sanitarios no puede ser un «privilegio de unos pocos». «La salud es negada en diversas partes del mundo y en muchas regiones del planeta. No es un derecho para todos, más bien a veces es un privilegio para unos pocos, para aquellos que pueden permitírselo».

Los más pobres no pueden pagar y son excluidos de los servicios hospitalarios, incluso de los esenciales y primarios».

Así, expuestas las cosas, desde el Organismo de la Constitución, se reconoció que existe un problema que es grave y que no hay que negarlo y para ello los Estados Nacionales y Provinciales deben encontrar alternativas de resolución que sean siempre inclusivas y que pueden ir desde implementar sistemas de colaboraciones con Gobiernos extranjeros o acciones coordinadas con los consulados y embajadas existentes de modo que ninguna persona quede sin ser atendida cuando lo necesite.-

Otra alternativa, sería la de avanzar en Convenios o Acuerdos de colaboración reciproca en diferentes materias, siempre con la finalidad de privilegiar la vida y la atención de la Salud a todos los que la requieran.-