Desde la -Dirección de Derechos Humanos y Grupos Minoritarios, Discriminación, Xenofobia, Trata de Personas, Discapacidad-, de la Defensoría del Pueblo de la Provincia de Formosa, su titular advirtió desde su óptica, como un grave error Institucional que el Presidente Mauricio Macri haya decidido otorgarle a las Fuerzas Armadas mayores potestades para decidir ascensos, traslados, designaciones y premios, facultades que hasta ahora dependían de decisiones que se tomaban en el Ministerio de Defensa,  con lo que se dio marcha atrás con una política que comenzó Raúl Alfonsín, al inicio de su mandato.

El Presidente dispuso el cambio a través del Decreto 721/2016, publicado en el Boletín Oficial. De acuerdo con esta disposición, el jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas estará en condiciones de designar a los oficiales destinados a ese cuerpo, salvo los de la conducción superior, cuyo nombramiento estarán a cargo del Congreso Nacional, y designar suboficiales bajo su mando. Los jefes de cada fuerza también podrán aprobar las calificaciones de egreso de los cursos y nombrar al personal militar retirado para cargos docentes, un atributo que hasta ahora le correspondía al poder político. De acuerdo con este Decreto, las Fuerzas Armadas tendrán la potestad de disponer los cambios de destino de los oficiales y los suboficiales. También dispondrán de las bajas y los retiros obligatorios de los oficiales jefes y oficiales subalternos y  podrán aprobar, renovar y rescindir los compromisos de servicios suscriptos por los oficiales y los suboficiales.

El Ombudsman Provincial, Dr. José Leonardo Gialluca, recordó que todas las administraciones nacionales actuaron siempre en sentido contrario, esto es restringiendo derechos a las FF.AA., y otorgándoselas al Ministerio de Defensa, y así se sometió al Ejercito al control del Estado con el objetivo de mantenerlo dentro del Estado de Derecho en el cual vivimos, luego de una cruenta e inolvidable dictadura, “fue siempre un testimonio de fuerza contra el establecimiento de las autoridades militares y sin embargo ahora nuevamente se concede un gran  poder a las fuerzas armadas y se desinfla políticamente al Ministerio de Defensa  a cargo de Julio Cesar Martínez”.