Desde la Defensoría del Pueblo se advirtió que debido a la nueva devaluación que dejó el dólar alrededor de los 42 pesos, todos los alimentos subirán aproximadamente un 15% o más en los próximos días; datos que fueron suministrados por responsables de empresas proveedoras de alimentos para la región del NEA.
Además, por efecto de los ajustes en tarifas de servicios, transporte, los anteriores y actuales movimientos en el dólar, las compañías industriales que dominan el mercado alimenticio y de limpieza, remarcaron sus productos hasta un 15 por ciento hace pocas semanas. El Ombudsman Provincial denunció que estos precios abusivos e injustificados los fijaron las empresas y sin darles razones o explicaciones a los supermercadistas, lo que se verá en las góndolas en los próximos días y obviamente el que sufrirá nuevamente será el bolsillo de los consumidores. Se advirtió que algunos productos ya sufrieron aumentos y así tenemos la harina, aceite, arroz, yerba, fideos, tomates, salsas, legumbres, frutas, verduras, lácteos y carnes. En el segmento de los artículos de limpieza, subieron jabones, detergentes y lavavajillas, entre otros ejemplos. De acuerdo con la información aportada por los comercios mayoristas y minoristas, Arcor, Aceitera General Deheza, Molinos Cañuelas, Unilever y Procter, figuran entre las firmas que pasaron listados nuevos para que los precios continúen sin freno en las góndolas. Esta lista de incrementos impactará duramente en la inflación de este mes, que ya se proyectaba elevada, con una estimación del 4%. En este contexto el Defensor del Pueblo Dr. José Leonardo Gialluca denunció que sube el dólar y, automáticamente, la pesadilla inflacionaria entra en acción. Hubo una época en la que, al menos, pasaban algunas semanas para ver cómo la cotización de la moneda extranjera podía influir en el precio a los consumidores. Eso ya es parte de la historia. Los costos suben casi de manera automática. Cuando sube, porque sube y, cuando se mantiene estable, el incremento es pensando en un mercado futuro. Es el mundo de las especulaciones que triunfa en la economía argentina, y que los usuarios y consumidores debemos enfrentar con gran crudeza en la actualidad y todo esto responde también a la falta de empatía del sector empresario, sumido desde hace décadas en un “sálvese quien pueda”, y trasciende políticas monetarias, y Administraciones Liberales que convalidan y amparan a los grandes formadores de precios y con el actual Gobierno Nacional, “habiéndose retirado el Estado como -regulador de los precios y valores- que tienen que ser justos, razonables, donde además las empresas y comercios deben tener ganancias, -pero no exorbitantes-, y nunca los trabajadores públicos y privados ser la variable de ajuste, constituye un escenario altamente complicado ya que se nos presenta un 2019, “donde se ve venir la peor crisis de la historia de la Argentina” y lo que es detestable es que desde el Gobierno Nacional a pesar de todas las advertencias y planteos que hemos realizado Institucionalmente, no se otorga ninguna respuesta que implique a corto o mediano plazo una solución o salida a las difíciles circunstancias en las que se encuentran envueltos los ciudadanos, usuarios, consumidores, pequeños productores y comerciantes que realizan, “un pronóstico cotidiano de imposibilidad de afrontar con sus salarios, o actividades las necesidades esenciales que deben cubrir”. Todo en la actualidad en nuestro País está manejado por el libre mercado y el Gobierno Nacional, es evidente que no acierta o no se anima a tomar las medidas que la gente está pidiendo para poder acceder a los alimentos, medicamentos, servicios públicos esenciales y sin ser “apocalípticos”, señalamos desde este Organismo de la Constitución “que el sufrimiento social y económico de la población se profundiza cada día que pasa y esperemos que esto no origine tensiones o enfrentamientos sociales que nuestro País ya ha vivido durante la Crisis del 2001 con represión, muertos y cinco presidentes en dos semanas”.