Desde hace tiempo que, en Argentina y obviamente Formosa, no escapa a las actividades fraudulentas y riesgosas que se relacionan con la medicina, y especialmente con las cirugías estéticas.

Es que, con el avance del conocimiento y la tecnología, la especialización se ha convertido en una exigencia en el País de la excelencia médica, pero en la Argentina no existe una -Ley de Especialidades Médicas- que delimite las incumbencias en cada área, lo que permite a médicos sin estar estrenados o acreditados a realizar cualquier tipo de tratamientos. El Ombudsman Provincial Dr. José Leonardo Gialluca señaló que los consumidores – pacientes acuden a las consultas seducidos por publicidades engañosas, promesas de resultados mágicos inmediatos, sin riegos y a bajo costo. Lo que tenemos que saber es que el “intrusismo médico” es el ejercicio fraudulento de una especialidad sin la experiencia, acreditación y certificación necesaria, y que al existir un vacío legal no puede ser definido como un delito hasta tanto no se cometa un daño, pero ello no significa que esté ausente la inseguridad para aquellas personas que se ponen en manos de un profesional que no cumple con los criterios mínimos para ejercer una especialidad. Es por todo esto que la -SACPER- (Sociedad Argentina de Cirugía Plástica, Estética y Reparadora) señala que a la hora de “intrusar” una disciplina médica, la cirugía estética está en el podio de las especialidades intrusadas, y los grados son diferentes y van desde el uso de tecnología médica por particulares sin supervisión médica, pasando por procedimientos mini-invasivos, hasta cirugías estéticas realizadas por médicos sin la acreditación necesaria. Desde el Organismo de la Constitución ante esta situación se solicitó formalmente a la actual Ministra de Salud y Desarrollo Social de la Nación Carolina Stanley, a que active los mecanismos necesarios para que el Congreso de la Nación apruebe una Ley de Especialidades Médicas. Asimismo, Institucionalmente acompañamos la Campaña realizada por médicos especialistas, “Pedíme el Título” y “Elegí un Cirujano Plástico” para que de esta manera las personas no caigan en manos inescrupulosas y no entrenadas. Gialluca señaló que en esto existen médicos y no médicos que improvisan poniendo en riesgo a pacientes y es nuestra obligación alertar a la población sobre los riesgos para su salud y dado que no está legislado, el intrusismo no puede ser definido como un delito. Los propios cirujanos plásticos denuncian como forma de intrusismo, la aplicación de botox con fines estéticos por parte de odontólogos, oftalmólogos y hasta otorrinolaringólogos. Los odontólogos que hacen esto están incursionando en un campo riesgoso y ahí comienzan las complicaciones. Por otro lado, la actual crisis económica lleva a que la gente elija lo más económico y no la calidad, “lo que ocurre es que lo más económico lo ofrece gente que no está habilitada para ejercer la especialidad”. El Funcionario Provincial señaló que también es necesario que las Autoridades Sanitarias, controlen la seguridad de los tratamientos que se ofrecen en diferentes lugares como spa, centros de estética y otros, máxime cuando adolescentes muy precoces ya se inician en distintos tratamientos muchas veces invasivos llegando hasta las cirugías plásticas y por ello es que lo que estamos sugiriendo es que se acuda siempre a -médicos especialistas-, donde si bien es cierto que estos no están eximidos de alguna complicación, siempre van a ser menores los riesgos y además también siempre rechazan aquellos pedidos de implantes médicos que dañan y a veces matan. Es que actualmente en las redes sociales hasta se da el fenómeno de ofertas en esta materia, combos de cirugías: lifting facial más implantes mamarios más liposucción y son lamentablemente muchas las jóvenes, mujeres y hombres que caen en estos ofrecimientos altamente riesgosos.