A partir del momento en que una adolescente de 13 años, víctima de bullying extremo y su madre biológica temiendo por su vida, la Tutora de la misma Sra. Tita Cuevas Ramona, Profesora de la EPES Nº 77, concurrió a la Defensoria del Pueblo, hace meses, donde se le brindo todo el asesoramiento gratuito necesario y se llevaron a cabo las gestiones correspondientes por ante el Ministerio de Cultura y Educación para obtener un cambio de Colegio, lográndose el mismo en la EPES Nº 54 “Gdor. Juan José Silva”, pero por decisión de la menor, solo se efectivizo un cambio de turno en la EPES Nº77.
Sin embargo los mensajes continuaron, conteniendo un alto nivel de violencia y amenazas. No hay un día en que no reciba, por medio de las redes sociales o por su celular, agresiones incitándola a que se haga daño y envíe las fotos. En uno de los últimos mensajes le pidieron que termine con su vida. Viene sufriendo desde septiembre del año pasado en forma constante todos los meses hasta el día de hoy gravísimos ataques. “La estoy acompañando a ella y a la madre porque sigue recibiendo las amenazas, le piden que se mate y le dicen que es un estorbo para la humanidad. Es una situación terrible, que trauma a la niña” (menciono la Tutora). La víctima es una chica responsable, estudiosa, comprometida y frontal, pero ante esta situación su ánimo decayó. De todas maneras se presenta a declarar ante la Justicia y su madre celebró su valentía por las redes sociales pese que ya no es la misma joven alegre. Se la nota agresiva. “Ahora lo que la mamá me dice es que ya le está afectando la salud. Pasó a tercer año de la EPES Nº 77 del Barrio Juan Manuel de Rosas, sigue con los mismos compañeritos y se conocen todos. Es difícil evitar el tema y no puede estar bien. Lo grave es que el acosador es alguien cercano debido al nivel de información que conoce. El que la amenaza sabe que cambió la Directora del Colegio, inclusive sabe cuándo se queda sola. La mamá se ocupó de sacarle su Netbook para que no tenga contacto con las redes sociales y sus compañeros de escuela son los que le notifican los nuevos mensajes. La familia y los amigos de la joven están preocupados por su vida y quieren advertir el caso por si se repite en otro estudiante. Pedimos ayuda a todo el mundo porque es muy grave lo que está pasando, hoy es esta niña y mañana le puede suceder a otra más. Apelo a la sensibilidad de los magistrados para que se investigue lo más pronto posible”.
En este contexto desde la -Dirección de Niñez, Adolescencia, Seguridad Social, Adultos Mayores- de la Defensoria del Pueblo, se remitió la Actuación Nº 939/18 al Procurador General del Superior Tribunal de Justicia, Dr. Sergio Rolando López, porque Institucionalmente señaló el Defensor del Pueblo, José Leonardo Gialluca, entendemos que en este caso debe haber un mayor compromiso por parte del Asesor de Menores, Dr. Jorge Enrique Padilla Tanco, aun cuando el Juzgado de Primera Instancia de Menores de la Primera Circunscripción Judicial de la Provincia se encuentre vacante, existe un Juez Penal que es el Dr. Rubén Spessot que está Subrogando el cargo y no es posible que conforme lo expresado por la madre, quien se ha apersonado en varias oportunidades al Juzgado de Menores y a la Asesoría señalada, obteniendo siempre la misma respuesta, “que no había novedades, que todavía no se ordenaron las medidas para realizar las pericias informáticas necesarias” etc. Sic ; por lo cual Institucionalmente hemos decidido impulsar esta petición ya que el Código Procesal Penal no autoriza la figura del Querellante Particular en este tipo de procesos, colocándose de esta manera actualmente a la víctima, en un estado de indefensión muy grave, pues no se puede intervenir en la investigación en forma activa y a la fecha continúan produciéndose los ataques denunciados hace mas de seis meses y sin expectativa de resolución, siendo necesario que la Justicia actúe con celeridad en hechos como el presente donde esta en juego la integridad psicofísica de una niña y en el cual las Instituciones deben dar el ejemplo de como resguardar a la misma y castigar con todo el peso de la ley al o a las/los autores materiales e ideológicos de este delito, pues se corre el riesgo de que la menor en su actual estado de desamparo, adopte conductas que luego todos tengamos que lamentar y allí sí habrá responsables también por retardo en impartir Justicia.