La – Dirección de Salud y Vivienda- de la Defensoría del Pueblo de la Provincia de Formosa, espera aún respuestas a los pedidos de medidas formulados tanto al Ministro de Salud de Nación, Jorge Lemus, como así también al Secretario de Comercio, Miguel Braun, dependiente del Ministerio de la Producción y a quien el Ombudsman Provincial, José Leonardo Gialluca le solicitó una reunión de trabajo, para presentarle los valores y costos que poseen bienes y productos en nuestra provincia, muy por encima de los que se pagan en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y en otras provincias importantes de nuestro país, lo que impide a miles de consumidores la accesibilidad a productos de consumo masivo y lo que más nos ocupa Institucionalmente es el permanente incremento de los medicamentos, que son insustituibles y en donde las franjas sociales más vulnerables son las más castigadas actualmente y son estas mismas las que poseen actualmente la asistencia del Estado Provincial y de los Municipios, pero entendemos que es una obligación o responsabilidad empresarial de los laboratorios extranjeros y nacionales, como así también de los distintos actores de la cadena de comercialización de medicamentos de fijar precios que sean razonables, justos y accesibles para toda la población.
Sobre el valor de 123 medicamentos, entre diciembre de 2015 y el corriente mes en curso, el incremento en el valor de los fármacos no solo no se detuvo, sino que ya se ubicó en el 15,7% por encima del cálculo acumulado de precios realizado por el Indec desde que asumió el Gobierno Nacional de Mauricio Macri. Las causas que denunciamos son la «relajación» por parte del Estado Nacional en los controles y la devaluación.
Además, el precio de los medicamentos creció por encima del resto de los productos durante 2017, siendo que algunos de ellos son de extrema necesidad. Los bienes para la salud vinculados a problemas de tiroides crecieron hasta 161% entre diciembre de 2015 y septiembre de este año. Al tiempo que los antibióticos y antinflamatorios subieron 130%; aquellos referidos a dificultades cardíacas aumentaron en 91% mientras que los broncodilatadores lo hicieron en 137%. Y si se trata de drogas, señalan que el Propinox creció 100%, un 18,6% por encima de la inflación, en dicho período. Por su parte, el Clonazepan subió 93% (14,5% por sobre la inflación) y el Omeprazol 90% (12,7% sobre la inflación acumulada). Por otro lado, se advirtió que la devaluación y la suba en los servicios públicos fueron determinantes en los aumentos. Además, se destaca que la relajación por parte de la Secretaría de Comercio para controlar los incrementos creó un combo explosivo que golpea el bolsillo, en particular el de los jubilados y pensionados.
La reventa de medicamentos importados se ubica en 35,2%, 25 puntos porcentuales por sobre las exportaciones y la balanza comercial del sector arrojó un déficit de u$s 880,9 millones, con un aumento del 50% respecto a 2015. Y si se evalúa el poder de compra de un jubilado que cobra el haber mínimo le alcanza para comprar 2,1 canastas típicas de medicamentos, la cual se ubica en torno a los u$s 195, en tanto que, en Paraguay 2,5, en Chile 3,1 y en Uruguay 3,8.