– Debemos desburocratizar los controles y coordinar las actividades de múltiples organismos que actúan en estas zonas haciendo que reine la eficacia, la seguridad vial y publica para todos-
Desde hace años y mediando promesas y proyectos de por medio, las demoras en los pasos fronterizos, irregularidades en los controles, problemas de infraestructura, normas poco claras, atentan contra los consumidores y usuarios de Argentina y Paraguay, así vemos como el Complejo Fronterizo San Ignacio de Loyola y Puerto Pilcomayo, dan lastima en lo que respecta a sus instalaciones donde trabajan todo el año distintas fuerzas de seguridad nacionales, conjuntamente con funcionarios y empleados de áreas que tienen funciones específicas en las zonas de frontera. Además de sobreponerse funciones de organismos como Aduana, Migraciones, Transporte, Senasa y otros, se produce una superposición entre los que utilizan nuestros pasos fronterizos mediante vehículos particulares y el sector productivo privado que comercializa bienes y servicios, llegándose a juntarse en escasos metros cuadrados camiones cisternas de combustibles, de sustancias peligrosas, lo que convierte en un caos a estos lugares, que están totalmente olvidados, a pesar de que si recorremos otros lugares de nuestro país, existen si problemas de coordinación, pero por lo menos se les ha dado toda una estructura y se los está atendiendo para que mejoren como son los pasos de Jama en Jujuy, San Francisco en Catamarca, Cristo Redentor en Mendoza, Cardenal Samoret o Puyehue en Neuquén y es ante esta situación que desde la Defensoría del Pueblo se peticiono formalmente al Gobierno Nacional más precisamente al Ministerio del Interior, Transporte y al de Seguridad, “ que se arbitren de una vez por todas las medidas para desburocratizar y dotar de una infraestructura ágil y eficaz a nuestros pasos fronterizos que se encuentran en territorio formoseño”.
El Ombudsman Provincial, denuncio que, debemos lograr aparte de todo lo que sea inversiones en infraestructura fundamentalmente una armonización cooperativa entre los organismos fiscalizadores y reguladores de los dos estados que conjuguen agilización, trato digno y controles efectivos con todos los recursos humanos y materiales de última generación que logren una solución, “a este descontrol fronterizo y para ello la unificación de criterios es importantísimo, pues actualmente no podemos tolerar las inseguridades en el transporte y en el transito que se producen en dichos sitios, siendo indispensable que el Estado Nacional este pendiente también de los pasos fronterizos de Argentina y Paraguay, como lo está de otros quizás más importantes, pero no podemos continuar parados en esta misma situación pagando sueldos y viendo como crece el fluido fronterizo y continuar con una estructura que ya no da para más.