A partir de la aprobación del proyecto de reforma política por la Cámara de Diputados del Congreso de la Nación, y que implementa el voto electrónico además de la paridad de género, habiendo sido rechazado lo que se denomina corralito en las Paso, un mecanismo en el que los votantes tendrán que optar por participar en la interna de una sola alianza o partido y ya no, como hasta ahora, elegir entre distintas ofertas electorales por categorías; desde el ODEPOE- Observatorio de Derechos Políticos y Electorales- que funciona en el seno de la Defensoría del Pueblo de la Provincia, se resaltó que junto a Venezuela y Brasil, ahora Argentina se sumaría al voto electrónico, un sistema que de los 295 países en el mundo, solo 7 lo utilizan , 19 estudian implementarlo y 5 han prohibido su implementación.

Desde este Observatorio, se señaló que existen algunos legisladores que insisten en que esta reforma no establece el sistema de voto electrónico sino de “boleta única electrónica”, aunque la diferencia es inexistente en la realidad ya que el elector imprime y controla la boleta y en el sistema del voto electrónico al elector no le quedaría ninguna constancia del voto, siendo hasta ahora todo muy confuso.

Institucionalmente se consideró que en la utilización de aparatos electorales electrónicos, el ciudadano debe poder controlar los pasos esenciales del acto electoral y la determinación del resultado de manera fiable y sin conocimientos técnicos especiales; por esto es que el voto electrónico o boleta única electrónica, como quiera llamársela, lleva a la pérdida del secreto del voto y a posibilidades concretas de su vulnerabilidad a través de hackeos informáticos, lo que lo transforma en inseguro, permitiendo por otro lado la intervención del Estado en la vida de los partidos políticos, acentuando la incidencia de los grandes grupos económicos y financieros en la política, por esto es que esperamos que el Senado tenga en cuenta todos estos déficit e implementar un sistema de votación secreto, seguro y que le permita a todos los ciudadanos entrar al cuarto oscuro y encontrarse con todas las boletas de los diferentes candidatos en una contienda electoral y evitar que los citados perdamos el control sobre nuestro propio  acto de votación y que este sea manejado virtualmente.