Así lo afirmó la Defensora del Pueblo Adjunta, Sylvina Portillo, quien manifestó que, desde la Fábrica, luego de producidos dos derrames nos aseguran que se trata de cuestiones inherentes a la organización interna de la misma y que los líquidos vertidos al Río Paraguay, estaban compuestos por tanino y barro, extremo que, dada las obvias limitaciones técnicas que tenemos, no estamos en condiciones de constatar inmediatamente y, dado el curso acelerado de la corriente del curso hídrico, sin ser técnicos, podemos decir que será de difícil averiguación, incluso para las autoridades que se encuentran abocadas a la investigación.

No obstante todo ello, subrayó la funcionaria, no podemos soslayar el hecho de que es el segundo evento que se produce y la empresa se comprometió a adoptar los recaudos necesarios para que no suceda lo mismo, luego del primer derrame. Es por ello que la Defensoría del Pueblo, en ejercicio de las potestades que le son conferidas por la Constitución Provincial, en cuanto a la tutela del derecho colectivo de gozar de un ambiente adecuado, apto para el desarrollo de la comunidad, no puede menos que “exigir” que la Fábrica no sea autorizada a reiniciar sus actividades productivas, hasta que no determine, por un lado ¿cómo es que se han producido ambos eventos registrados?, ¿quiénes son o fueron los responsables? y, finalmente, las medidas que adoptará para que, realmente, el que no vuelvan a suceder derrames, no sea una mera promesa.

Es dable destacar, finalizó diciendo la funcionaria, que es importante la ocupación de mano de obra y la producción que lleva adelante la planta industrial, pero la tutela del Ambiente es un bien comunitario superior, que debe preservarse y prevalecer.-