Desde la Defensoría del Pueblo se informo y se advirtió a todos los consumidores de los distintos modos y formas mas comunes de fraude a través de tarjetas de créditos y de débitos que vienen dándose en los últimos tiempos y de los cuales estamos llevando adelante casos producidos tanto en capital como en el interior provincial.
El Ombudsman Provincial, Dr. José Leonardo Gialluca, señalo que siempre existen mecanismos tecnológicos que permiten captar los datos de las tarjetas de crédito o debito y una vez que se lo hace el “modus operandi” siempre son los mismos, así podemos observar a la clonación, robo de identidad, etc.
Lamentablemente varias practicas informáticas de fraude no están contempladas en nuestra legislación y por ello es necesario que se dicten Leyes Antifraude para penalizar, “la suplantación de la identidad digital”, pues de lo contrario siempre se llega tarde y no se puede frenar la divulgación de la información que ha sido robada y que se vende en el -mercado negro-. Por ello somos los tenedores de las tarjetas quienes debemos prestar gran atención a todas las advertencias dadas por los bancos y compañías de tarjetas de créditos.
El Organismo de la Constitución, denuncio que a estos fraudes también debemos sumarles aquellos que se producen a través de las ventas on- line.
Si bien es cierto que existen ventajas, entre las que se destacan aspectos tan importantes a la hora de comprar como es el precio, ya que los negocios on- line pueden hacer ofertas más competitivas al no tener tantos gastos fijos en infraestructuras comerciales, tales como alquileres de locales, personal de tienda, de almacén o de seguridad, suministros básicos de agua y electricidad, etc. El stock de las tiendas puede ser también más completo, ya que no tienen problemas de espacio físico para exponer sus artículos. Y por otro lado, si un cliente potencial vive en una localidad pequeña donde la oferta comercial es escasa, no tendrá ningún problema en acceder al mismo muestrario que cualquier otro que resida en una gran ciudad. El proceso de compra se agiliza también al poder efectuarse las 24 horas del día y los siete días de la semana, ya que la venta no se hace en los horarios comerciales que conocemos.
Pero también existen desventajas y algunos inconvenientes que conviene tener en cuenta. Por ejemplo, el tema de la desconfianza frente al hecho de no ver ni tocar el producto que compramos antes de pagarlo, y que tal vez no cumpla nuestras expectativas al recibirlo. En este sentido, cabe decir que en materia de devoluciones las reglas que se aplican a las tiendas físicas son aplicables igualmente a las tiendas virtuales. Los productos tienen las garantías establecidas por ley. Y por ello, el comprador debe conservar los embalajes, la factura de compra y cualquier otro documento que acredite la compra y el pago. Siempre que sea posible conviene revisar el estado del producto en el momento de la entrega por parte del transportista. La inseguridad es otro de los aspectos por los que sigue habiendo mucha gente reacia a la compra online. ¿Es seguro introducir los datos de su tarjeta de débito o crédito en internet? La respuesta es toda una gran incógnita, están los que afirman que no hay peligro y aquellos que advierten que los consumidores tenemos que desconfiar y tomar medidas de prevención, y en este caso de compras “on line” utilizar una tarjeta que disponga de un saldo limitado, de esa manera si se produce algún daño económico el mismo será mínimo.