La Defensoría del Pueblo y un sector de Asociaciones de Defensa de Consumidores reclamaron, que es necesario un Plan Anti- inflacionario puesto que las medidas adoptadas desde diciembre a la fecha, son improductivas y desconcertantes.

El Organismo de la Constitución, consulto con varios propietarios de carnicerías, quienes expresaron que no puede haber un solo precio para el asado, como sugirió al ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile, sino que precisaron que el valor del producto al público depende de la calidad de la carne. Buryaile había afirmado que el asado debería costar $90 en las carnicerías, porque tiene un precio de salida del frigorífico de $65.

Al respecto, algunos carniceros manifestaron que se puede conseguir asado por menos de $90, pero es de vaca, sale $55, y hay que hervirla porque no se puede comer ni a la parrilla ni al horno, y añadieron que después empieza a subir la calidad y depende de eso lo que vale el producto, llegando el kg del mismo a $120 aproximadamente si es de vaquillona liviana y todo esto es como el precio de la ropa y de los zapatos , dependen de la calidad que elige el consumidor, pero no podemos mentirles y afirmar que el kg del asado puede estar por debajo de los $90 pues nos colocan “a los carniceros como los que estamos abusando de nuestros clientes cosa que nunca haríamos pues nuestro negocio es justamente vender más y mantener la clientela”.

El Defensor del Pueblo, señalo que el problema de los aumentos injustificados de precios no se resuelve con la sola publicación en Internet por parte de las grandes cadenas de supermercados, sino con la intervención del Estado por un lado, y una actitud activa y responsable de los consumidores no convalidando esos aumentos y no comprando a quienes se quieren aprovechar de estas situaciones de incertidumbre, pues algunos señalan que las carnicerías no son formadoras de precios, sino los frigoríficos, los matarifes y las cadenas supermercadistas son los que aumentan el precio a través de altos niveles de remarcación; ante este coctel lo único cierto es que todo aumenta y se hace necesario una fuerte intervención del Estado para generar confianza en los consumidores que hoy convivimos con subas de tarifas, incrementos en los productos, futuros aumentos en las naftas, remarcaciones a granel y una discusión de paritarias donde los empleados ya no sabemos que es mejor, pues el denominado mercado, lo domina todo y si se otorgan aumentos salariales del 30% o 40%, antes de cobrarlos, “las remarcaciones de los productos de la Canasta Básica, se producen inmediatamente en mayores proporciones y nuevamente los consumidores quedamos relegados ”.