Las pilas no deben ser arrojadas a la basura, pues se debe evitar que toquen el suelo, ya que de esa forma pueden contaminar las napas de agua. Son consideradas muy tóxicas las pilas tipo botón, es decir, aquellas que se utilizan en los relojes. Por ejemplo, si estas pilas se tiran con la basura y alcanzan las napas de agua, pueden contaminar 600.000 litros del agua que muchas personas beben.

Las pilas y baterías de los celulares no deben ser incorporadas a las bolsas de residuos domiciliarios, porque no se debe permitir que estas tomen contacto con el suelo, por sus contenidos de materiales tóxicos que contienen. Hay métodos considerados como sistemas de reciclado, que es aislando las pilas de tal forma que no permitan la salida de su contenido; esto podría realizarse en cualquier municipio, ya que el sistema es sencillo.

Tal como lo hacen municipalidades de otros países, que con la colaboración de la comunidad, construyendo «Bancos Ecológicos».

Para realizar el proceso de cementado de pilas, primeramente las mismas son guardadas dentro de una botella de plástico de gaseosa de 1 ó 2 litros o el tamaño que se desee, que se denomina encapsulado de pilas, luego dentro de la misma botella donde se encuentran las pilas, se pone aserrín seco, que cumplirá la misión de colchón absorbente y posteriormente se tapará la botella; este proceso puede hacerse en la misma casa u oficina, antes de llevar las botellas con pilas hasta determinado lugar. Posteriormente se debe guardar bien las pilas dentro de las botellas, estas son introducidas dentro de un molde, el cual será llenado con cemento, a fin de encriptar las pilas dentro del material, en otras palabras, lo que se hace es aislar el elemento, pero el compuesto sigue estando presente, por lo que se convierte en un «pasivo ambiental». Los bloques de cemento pueden ser utilizados como base de caminos (toda vez que se les dé el debido tratamiento), ya que pueden ser guardados bajo la capa asfáltica a unos 3 metros de profundidad, sin correr el riesgo de que con el tiempo puedan romperse, y de esta forma volver a dejar que los componentes tóxicos de las pilas lleguen hasta el suelo de la tierra; hacer bancos y mesas que pueden ser donados a plazas, colegios o instituciones como hospitales.

Desde el Organismo de la Constitución se señalo a este sistema como “una alternativa válida” y que podemos ir adoptándola con todos los Municipios de la Provincia, de esa manera estaremos creando conciencia sobre este tema ya que una sola pila de las que utilizan los relojes de pulsera puede contaminar toda el agua de una pileta olímpica. Por último es necesario que en la Argentina se dicte oportunamente una Ley que obligue a los fabricantes a reciclarlas como se hace actualmente en otros países.