Desde el -Observatorio de Derechos Políticos y Electorales- ODEPOE-, que funciona en el seno de la Defensoría del Pueblo de la Provincia de Formosa, se afirmo que desde las elecciones en nuestro país, con la vuelta a la democracia en 1.983, se registraron en todo el territorio nacional episodios de violencia verbal y física, faltantes de boletas, de Presidentes de Mesa, impugnación de votos, también de Mesas Electorales, presentaciones judiciales por diferentes Partidos Políticos y/o candidatos,- situaciones todas estas que fueron resueltas ya sea por los Tribunales con competencia electoral y/o por la Justicia pero apelando siempre a la sensatez y cordura; “hasta que en el año en curso, habiéndose siempre respetado el voto popular, una Cámara Administrativa de la Provincia de Tucumán, decidió que sería la Justicia y los grandes medios monopólicos concentrados del poder, tanto de las comunicaciones como económicos, los que suplantarían la voluntad popular y designarían quienes conducirían la cosa pública de esa jurisdicción del norte argentino”.

Así es que de repente, todas las provincias del NEA, NOA, nos encontramos que se nos acusaba o acusa de fraude y otros delitos electorales inclusive antes de las elecciones, constituyéndose la Justicia en supuesta custodia, de los miles de votos de las clases y sectores menos pudientes, y estableciéndose con ello, “una decisión soberbia y arrebatada”, propia de las clases dominantes, y donde se niega la autonomía de los ciudadanos. Es cierto que tuvimos en nuestra historia como País, antes de 1.983, en el año 1.931, una elección anulada y otra en 1.962 en la cual se impusieron las decisiones de las elites conservadoras que aborrecían y aborrecen a los movimientos populares y nacionales, de antaño y a los actuales.

Ante la inminente elección en nuestro País y Provincia, el próximo 25 de Octubre, el Defensor del Pueblo, Dr. José Leonardo Gialluca, señalo que: “El derecho al voto, es un derecho pero también es una conquista y como tal debe ser ejercida con responsabilidad. Los diferentes, partidos políticos presentan sus propuestas a través de sus candidatos y los electores se inclinaran por quienes a su entender satisfacen sus expectativas, por ello cuando el Pueblo se equivoca es el mismo Pueblo el que debe subsanar el equívoco, y no –el Poder Judicial o los poderosos grupos concentrados de poder económico y de las comunicaciones”. Así el derecho a voto es una manifestación sublime de la voluntad popular y esta es la única capaz de controlar a sus representantes. Y si la mayoría no siempre tiene razón tampoco existen minorías iluminadas.

La atmosfera del sufragio universal no debe estar enrarecida, debe ser protegida para que en la decisión no intervenga nadie más que el pueblo elector.

No olvidemos que los desaciertos han llevado a las más sangrientas dictaduras, ya es tiempo de algo más que solo disfrutar de las conquistas democráticas; es tiempo de concientizar y ser conscientes que la “única arma” que tiene cada uno para mejorar la democracia no puede ser desperdiciada por nadie y que siempre y en cada momento cada ciudadano argentino y formoseño especialmente, puede y debe ser partícipe de su propio futuro, máxime en esta próxima elección donde el voto de los jóvenes junto al de todos los habilitados nos permitirá determinar libremente y siempre dentro de la ley, quienes se harán cargo de la cosa pública y en esto, el derecho al voto es universal, secreto, obligatorio y para todos los que habitamos esta tierra, y no – únicamente para ciertas clases o sectores, puesto que en nuestro País no existen, prerrogativas de sangre ni de ninguna otra índole y menos aun – un voto calificado-, como algunos- quieren en nuestra provincia para dejar de lado a las franjas sociales menos pudientes. Por ello la solución o tratamiento no es potestad de un patriarcado de clase, de una elite arrogante, sino de la emancipación y por ello escuchar o leer que nuestros pobres son esclavos y que su voluntad ha sido subyugada por la entrega “de algún beneficio”, coincide totalmente con lo que piensan y hacen las fuerzas o referentes de la derecha de nuestro País y Provincia, para pretender desacreditar nuestros procesos electorales, lo que debe ser siempre impedido para que reine y gobierne la voluntad del Pueblo.