Hoy se cumplen 103 años del nacimiento de monseñor Raúl Marcelo “Pacífico” Scozzina, primer obispo de Formosa, y continuarán las actividades organizadas por la Comisión “Con los ojos del Monse” para celebrar su legado.

Esta noche, en el Cine-Teatro “Italia”, de 20 a 21.30 se proyectará material audiovisual sobre “Fray Pacífico”. Uno será “Estaciones”, un cortometraje que aborda el controversial cierre de las Iglesias que impulsó para exigir la liberación del cura francés Santiago Renevot y pobladores de Mayor Villafañe.

También se podrá ver “El sembrador”, fragmento del documental que reproduce una extensa entrevista realizada al Obispo en su pueblo natal, San Martín Norte (provincia de Santa Fe), además de recoger cuarenta testimonios de personas cercanas al obispo. Karina Scozzina, sobrina del franciscano, agradeció especialmente por este material a Claudio Chávez, Gabriel Sánchez y Gerardo Olmedo: “Ellos hace 30 años no dimensionaron lo que era registrar la vida del monte contada por él”. Se agrega un fragmento de “Reconocernos”, el programa de Lapacho Canal 11 conducido por Luis “Chingui” Castro, donde es entrevistado Scozzina, y videoclips de la cantata: “Pacífico: otro santo que quiso ser hombre”. Además, mañana a las 21, en el Salón Franciscano “Padre Salvador Gurrieri” de la Iglesia Catedral, se desarrollará el conversatorio “Voces y miradas sobre la espiritualidad y filosofía de Scozzina para las nuevas generaciones.

Participarán docentes, un médico que lo acompañó en sus últimos años y otros testigos de su legado. La velada culminará con una ofrenda musical a cargo de jóvenes artistas, resaltando el compromiso de la juventud formoseña en mantener viva su memoria. Legado Karina Scozzina destacó la importancia de visibilizar su legado y la resonancia que su figura continúa teniendo en la vida de los formoseños. “El ‘monse’ nos dejó un mensaje claro: hacer el bien sin esperar recompensas”, afirmó, recordando su humildad, paciencia y su capacidad para trabajar en comunidad. “A mí me atraviesa lo personal, lo familiar, porque al ser sobrina, estoy como impregnada. Después, viene todo lo que la gente me hace recordar y revivir. Personalmente, creo que hay un trabajo que ha realizado un fraile franciscano, que me conmovió mucho porque hay muchas vetas, pero me quedo con tres: lo silencioso que era, cosa que yo, por lo menos, no lo tengo. Lo otro era su humildad, y finalmente su paciencia. Supo saber esperar el momento, supo entender los sueños de Dios en su vida y después fue obediente”, expresó. También lo describió como “era una persona muy temerosa, muy indecisa. Él nunca hizo nada solo, siempre colectivamente”. Destacó esto “a pesar de que en muchas oportunidades también le invadieron la ira, la frustración y la bronca, pero supo entender estos designios de Dios y a nosotros nos sigue interpelando. Siguen apareciendo sueños que él dejó escritos, que se van materializando gracias a las personas que van acompañando todo este camino del monse”.

En otro orden, Karina manifestó su deseo de que pronto se pueda elevar a monseñor Scozzina a los altares como “Santo Formoseño”. Para ello, se sigue trabajando de manera silenciosa y concienzuda, recopilando testimonios con una discreción propia de la personalidad de monseñor Pacífico.