-Afirman que, para prohibir las reelecciones indefinidas contempladas en las Constituciones Provinciales, se debe llamar a una reforma de la Constitución Nacional, de lo contrario, no se puede prohibir suficientemente las reelecciones. La alternancia en la política, debe ser entendida como un proceso de sustitución entre dos gobiernos sucesivos, totalmente diferentes en la composición uno del otro, nunca en buscar proscribir a un candidato, “pues esto nos está revelando a toda la ciudadanía, la falta de Vocación Política o de Capacidad para llegar al poder por parte de algunos partidos políticos opositores”-

Desde el ODEPOE -Observatorio de Derechos Políticos y Electorales- de la Defensoría del Pueblo de la Provincia de Formosa, se observa con atención cómo se bastardea el concepto de República, sin advertir, que la indebida intromisión del Poder Judicial a través de la CSJN puede convertirse en un claro ejemplo de violación del principio de división de poderes, pilar fundamental para el establecimiento del mismo. Más allá de las decisiones de los candidatos, que pretenden utilizar los estrados judiciales para lo que suponen le facilitaría el acceso al poder, creemos que la situación dista mucho de ser circunstancial, pues cualquier afectación a la democracia, autonomía o principios de la república y del federalismo, menoscabará para siempre a todos los actores del sistema político: electores y elegidos sea cual fuere la idea política que posean. Nuestra participación, como Veedores, nos ha permitido advertir, cómo la ciudadanía premia y castiga, cómo en 40 años de democracia el Pueblo manifestó su enojo o su satisfacción con algún candidato o idea, hemos observado con los cortes de boletas, que han preferido el candidato de un partido para un cargo nacional, otro para el provincial y uno distinto para el municipal; por lo que seguir denostando al pueblo so pretexto que no puede o no tiene opción, es desconocer el complejo entramado de la realidad política local, esto es, una suma de comportamientos individuales y colectivos superpuestos y contradictorios, siempre cambiantes y dinámicos. Por ello, los que hemos vivido, cómo las dictaduras han tratado de desterrar personas e ideas, observamos con orgullo, cómo aprendimos a defender el derecho de elegir y ser elegido, por tanto la idea de “proscripción” con el argumento de defender la república- nos parece de una gravedad institucional que debería alertar, no sólo a simpatizantes o militantes del partido político gobernante, sino con más razón a los que “amparados bajo el concepto de republicanos” golpean la puerta equivocada, la del “poder judicial de la Nación” cuando deberían tocar la puerta y el corazón de los electores con verdadera vocación de poder. Se pretende por esta vía judicial, limitar las opciones electorales a la ciudadanía y para ello esgrimen y denuncian, perpetuidad en el poder, que las reelecciones indefinidas son contrarias a la república o a la democracia, todos conceptos mencionados con una vaguedad y liviandad a veces hasta fuera de contexto. Es que, la democracia exige de partidos políticos fuertes de estructuras, nadie obliga o exige que los partidos opositores se dinamiten entre sí mismos y que ello les impida ofrecer alternativas sólidas a la ciudadanía, “como presenciamos especialmente en nuestra provincia, donde se ocupan más de impugnarse entre ellos, que construir propuestas o alternativas dirigidas a los electores”. Nuestra participación como veedores, nos habilita a “alertar” sobre el peligroso camino emprendido, donde todos miramos impávidos cómo la CSJN pretende sustituir al soberano y aunque algunos observan hasta con comodidad, cómo transcurre la historia, los que tenemos el deber de  construirla, nos vemos en la obligación de denunciar que, “querer instalar una alternancia -mal entendida- obligatoria, desde la CSJN y no desde la Constitución o desde las Urnas, constituye una forma aberrante de proscripción, porque  no sólo se relega a un candidato, sino que se le niega al soberano, la posibilidad de elegir sin ninguna restricción”.