Los productores de carne priorizan los mercados externos y desatienden el interno, lo que se ve agravado por una cadena de comercialización – llena de intermediarios, que hacen que este producto sea uno de los más caros e inaccesibles – para los consumidores.
La -Dirección de Derechos del Consumidor, Usuario y Contribuyentes, Relaciones de Consumo-, de la Defensoría del Pueblo de la Provincia de Formosa, pidió formalmente a los Ministerios Federales de Economía y Finanzas y de Agricultura, Ganadería y Pesca; así como también al Secretario de Comercio Interior, Lic. Augusto Eduardo Costa, impulsen las gestiones y acciones necesarias que permitan en los hechos que los consumidores puedan adquirir un producto esencial como la carne vacuna, a precios justos y razonables, en el mercado nacional y en los regionales.
El Ombudsman Provincial, Dr. José Leonardo Gialluca, señalo que el Acuerdo Histórico firmado en el marco de la 129º Exposición de Ganadería, Agricultura e Industria Internacional, que nucleó por primera vez las propuestas de – todas las entidades de la cadena de valor de las carnes en nuestro país-, solamente está pensado para los industriales y productores de la carne y en ningún momento se tuvo en cuenta a los consumidores que todos los días pagamos más caro el kilo de carne en todo el país.
Es por ello que se solicito Institucionalmente a los Organismos Nacionales antes citados, que se eliminen los intermediarios en la cadena de comercialización de la carne y “acortar la misma” para que de esta manera no solamente se beneficien los frigoríficos e industriales, sino también los consumidores, las carnicerías chicas y el hombre de campo que mantiene con mucho esfuerzo pequeños números de animales.
Desde el Organismo de la Constitución, se afirmo que este Acuerdo solo conseguirá beneficios para los grandes productores de la carne y para los socios integrantes de las Cámaras de Consignatarios de Ganado, Consorcios de Exportadores de Carne Argentina, la Sociedad Rural Argentina, entre otros, acumulando riqueza y mayores beneficios en unas pocas manos y no modificando con políticas públicas serias la distorsión permanente de los precios de la carne a nivel local y buscar también un mayor empleo formal, recuperación de la producción y valores justos y razonables para los consumidores.