Ante la denuncia de vecinos del Bº Lote Cuatro- Villa Jardín-, quienes concurrieron a la sede de la Defensoría del Pueblo para plantear sus reclamos y quejas por el permanente incumplimiento de exigencias por parte de Arenera del Litoral, a cuyos representantes o responsables, se les notifico fehacientemente una serie de medidas que debían cumplir, dictadas por la Dirección de Bromatología, Higiene y Comercialización de la Municipalidad de la Ciudad de Formosa, y que preveían que el traslado de la arena, se debe realizar en camiones habilitados y con las carpas que los cubran, de manera que el material transportado no caiga permanentemente en todo su recorrido. Por otro lado también se los había intimado a utilizar determinadas calles o vías de salida, de la zona de Villa Jardín, de manera tal que no perjudicaran a los vecinos, que residen en el lugar, tanto en lo que respecta a su salubridad, como también que se respete la preservación del ambiente del lugar.

Ampliaron la denuncia los vecinos en cuanto, a que los camiones dejan intransitables las calles y todo ello constituye en el día a día, un verdadero y real peligro para quienes transitan en motovehiculos, bicicletas y vehículos,

También se debe sumar, que las permanentes lluvias hacen que sea imperiosa la necesidad de que esta empresa, busque una alternativa de salida, para sus camiones o para los que son propiedad de sus clientes, y que no implique causar deterioros y graves perjuicios a las calles de tierra y también asfaltadas de dicho barrio.

En este contexto, el Ombudsman Provincial, Dr. José Leonardo Gialluca le solicito a la Dirección de Bromatología, Higiene y Comercialización de la Municipalidad de la Ciudad de Formosa, a que intime por última vez a Areneras del Litoral, a cumplir con lo que dicha dependencia ordeno oportunamente y en caso de incumplimientos futuros, “directamente se peticiono la clausura del lugar hasta tanto desarrollen sus tareas, sin ocasionar daños y perjuicios a los vecinos del Lote Cuatro tanto en lo que respecta a su salubridad por la gran cantidad de arena que se esparce en el ambiente, al ser trasladada la misma, como en lo que hace a no continuar destrozando las calles y el asfalto de esa zona, lo que potencia los accidentes viales de quienes deben utilizar necesariamente dichas arterias vecinales”.