La inflación del 4,8 por ciento que Argentina registró en marzo fue superior a la que se proyecta para todo el año en más de 150 países de todo el mundo. Además, es la más alta desde septiembre de 2019 (5,8 por ciento y 6,5 por ciento en septiembre del 2018), pese a que, a la fecha, el Gobierno Nacional mantiene controlado al dólar, las tarifas de los servicios públicos y gran parte de los productos que componen el índice de precios al consumidor (IPC).

En este contexto, desde la Defensoría del Pueblo se afirmó, que es hora de que todo el Sistema Político Argentino entienda que los acuerdos de mediano y largo plazo son centrales para dar una respuesta consistente, duradera y definitiva al problema de la inflación. De otra manera, quien más sufre es el pueblo argentino, especialmente aquellos que menos tienen y que cada cuatro años debe poner toda su confianza en los planes de un nuevo gobierno que puede priorizar sus objetivos políticos en vez de su bienestar económico duradero. El Ombudsman Provincial Dr. José Leonardo Gialluca, criticó con dureza las nuevas subas de los combustibles, ya que, las mismas por un lado castigan tanto al bolsillo de los consumidores y además producen incrementos en todos los productos y servicios que necesitamos diariamente. Por ello, es inentendible que la Empresa Estatal YPF S.A. que es la que inicia los incrementos, “le termine marcando la cancha de los precios a las demás empresas”. La única explicación que se ha dado es que, deben aumentar los precios para poder producir, pero las empresas nada dicen cuando el precio del petróleo baja y esto nunca se traslada a las naftas. Por otra parte, las mismas nunca pierden dinero y siempre están requiriendo subsidios al Estado Nacional y Provinciales. Como todo se traslada en nuestro país por camiones, los precios de alimentos y bebidas subieron 335,2% en cuatro años, por variadas razones. El Instituto Argentino de Análisis Fiscal destacó que el rubro Alimentos y Bebidas subió precios a razón de un 84% anual entre marzo de 2017 y marzo de 2021. El organismo destacó que las alimenticias subieron precios a razón de 335% en cuatro años durante el período que va desde 2017 a 2021. El pico del incremento ocurrió en el período que abarcó marzo de 2018 e igual mes del año siguiente, durante el gobierno de Mauricio Macri. Es más, en los últimos 4 años, con el impacto de la pandemia en los últimos dos, la inflación de alimentos y bebidas subió exponencialmente y alcanzó el 335,2%. La carne fue el alimento que más subió después de las frutas, con un 389,6%. En tercer lugar, se ubicó el grupo de café, té, yerba y cacao con un 348,6%. Por otro lado, el rubro que menos subió fue el que involucra a aguas minerales y bebidas gaseosas. Ahora por Regiones, el Noreste encabezó el listado de la inflación medida por regiones, al registrar un aumento del 369,7%, durante los últimos cuatro años, por lo tanto, se ubicó 34,5 puntos porcentuales por encima del promedio nacional, por debajo del Noreste se ubicó la región de Cuyo con un incremento 353,7%, superando a la región pampeana, que mostró una suba del 346,7%, mientras tanto, el índice para el Noroeste fue del 344,7%.

El ranking lo cerraron el Gran Buenos Aires, con un incremento del 321.7%, y la región patagónica, con una suba del 314%. Se aclaró que, no se trata de diferenciales de precios entre una región y otra, sino de diferenciales de suba de precios. Desde el Organismo de la Constitución, se señaló que, esta disparidad en la evolución de precios, en la medida que no sea compensada con una evolución de salarios de igual volumen, genera cambios de poder adquisitivo que en algunos casos pueden ser significativos, principalmente para las franjas sociales más vulnerables, entre las que se encuentran los jubilados, pensionados, monotributistas, cuenta propistas y familias que viven en alquileres.

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