Desde la Dirección de Salud del Organismo de la Constitución, se sugirió a todos los ciudadanos a no automedicarse y ante cualquier síntoma o inconveniente, consultar con los profesionales de la salud; prueba de esto son las permanentes clausuras comerciales por la comercialización indebida tanto de alcohol, como de medicamentos que deben estar debidamente prescriptos y por ello se recomienda descansar bien para aumentar las defensas del cuerpo y mejorar el estado de ánimo.

La extensión del Aislamiento Obligatorio, más reunirse con otras personas en ambientes cerrados, es altamente peligroso y viene llevando a un aumento en el consumo de alcohol, seguido por la nicotina, la marihuana y los psicofármacos, donde son muchas las personas que violan la cuarentena para poder obtenerlas. Es que el estado social excepcional genera ansiedad, desordenes en el sueño, cambio de hábitos y por ello las personas no solamente tienden a inclinarse por un mayor consumo de alcohol en sus hogares, donde tienen mucho tiempo libre y también es necesario advertir que estos abusos no solamente se dan a nivel de sustancias adictivas, sino que también sucede algo similar con las comidas. Los adolescentes al no poder reunirse en determinados lugares de esparcimiento social, lo hacen en grupos, “inclusive concretando las ya reprobadas fiestas privadas que se llevan a cabo en casas quintas u otros sitios donde el todo vale está a la orden del día y lo más grave es que ponen en riesgo no solamente su salud individual, sino también la comunitaria” y así se genera una realidad compleja donde muchos de ellos se encuentran afectados laboralmente o emocionalmente volcándose a ingerir los elementos antes señalados. Según datos de las farmacias de nuestro medio, se incrementó en los últimos meses la venta de melatonina, un medicamento de venta libre que ayuda a conciliar el sueño, lo que provocó que también comenzaran a detectarse faltantes del mismo. A su vez, se registró en el pasado mes de julio un aumento considerable en la prescripción de clonazepam, un medicamento que se vende en algunos lugares sin recetario médico y que es recomendado para situaciones de ansiedad o gran estrés, así como también para personas con ataques de pánico. En este contexto, el Observatorio de la Confederación Farmacéutica Argentina (COFA) detalló que «el miedo al contagio y la incertidumbre por las consecuencias laborales están llevando a gran parte de la población a un estado complicado» y que debido a esta situación de permanente tensión por el que está atravesando la población, llevó a que muchos usen estas «muletas farmacológicas». Señalaron también que, los hipnóticos y sedantes aumentaron considerablemente su consumo en junio y más aún en julio, en tanto que agregaron sobre esta misma línea que estos medicamentos como las pastillas ayudan a conciliar el sueño y controlar la ansiedad, por lo que recomiendan “descansar bien, para aumentar las defensas del cuerpo y mejorar el estado de ánimo». Los farmacéuticos consultados consideraron que esta nueva realidad se produce como consecuencia de los cambios de hábitos, trabajar hasta altas horas, la conexión constante por redes sociales y el consumo de más alimentos ricos en grasas hacen que la gente que antes consumía sólo «la melatonina» para conciliar el sueño, ahora compre otros productos, mucho más peligrosos, y que tomados sin ningún control médico, junto con otras ingestas, como las del alcohol y sin conocer si lo que se está proporcionándole a cada cuerpo es lo que realmente corresponde, hace que sea necesaria, la consulta médica o a los profesionales de la salud, quienes son los únicos habilitados y capacitados para determinar como calmar una ansiedad o una depresión, como así también cualquier inconveniente psiquiátrico o problemas metabólicos, de obesidad y otros, que terminan siempre traduciéndose en peores consecuencias para el bienestar de las personas. Del mismo modo, el propio CONICET y la Universidad Favaloro señalaron los impactos psicológicos de la pandemia en la población, que hace que las personas bajen la guardia y presenten “síntomas depresivos elevados”, dado que siempre que hacemos un esfuerzo sostenido durante un tiempo, nos genera fatiga y ciertos trastornos, que actualmente se multiplican con mayor asiduidad.