El consumo de carne ha caído en todo el país y, en Formosa, la situación se repite, en carnicerías y sobre todo en los comercios de barrio, los más pequeños.

Así lo pudo confirmar la -Dirección del Consumidor y Usuario- de la Defensoría del Pueblo, luego de un relevamiento efectuado exclusivamente en los mismos de donde surge que la gente ha cambiado profundamente de hábitos y únicamente, se están vendiendo “ofertas” que comprenden en algunos casos hasta tres cortes inclusive a un valor de aproximadamente $360 y que contienen: marucha, osobuco y aguja en un total de 3 kg. Por otro lado, se ha impuesto la práctica del consumo “para el día” o “para el almuerzo”, lo que equivale a la adquisición de dos o tres bifes o algún otro corte para preparar la comida del día. Todo esto nos está mostrando que, por la inflación y pérdida del valor adquisitivo de los salarios de los trabajadores, el consumo de carne se ha desplomado abruptamente. “En algunas carnicerías se señaló que, se está trabajando como si fueran -kioscos-, esto es en primer lugar se prepara lo justo y necesario que se sabe se venderá, por ejemplo: carne molida, milanesa, hamburguesas caseras, albóndigas de carne/pollo, etc.; y por otro lado, tienen también ofertas de 3 kg pata y muslos de pollos a $210, molida especial el kg $215, molida común el kg $150, osobuco el kg $110, aguja el kg $128, pulpa el kg $215, pechito de cerdo por kg $179,99, chorizo parrillero por kg $126,99, 5kg de costilla de novillo por $830”. Gialluca, señaló que en nuestro interior provincial el precio de la carne varia y se pueden encontrar precios mucho más accesibles al bolsillo de la gente, así: 1kg de costilla de novillo a $150, kg de osobuco $40, molida especial el kg $140, molida común $110, 1kg de lomo $150, costeleta por kg $110, tapa – peceto y redonda 1kg $130, pulpa 1kg. $140; ya en otras carnicerías de capital nos encontramos con el kg de aguja y marucha a $175, osobuco el kg. $140, 1kg de molida común $195. En general, en todas las carnicerías, “coinciden que los vecinos van y piden $50 de molida, lo que alcanza aproximadamente a unos 300grs. y que se prepara únicamente lo que se va a vender, conociendo ya que en los otros cortes también los consumidores adquieren cantidades limitadas y por esto las ventas cada día bajan más”. Para los propietarios, los planes o programas de incentivos nacionales lanzados en los últimos tiempos, no han logrado revertir la tendencia a la baja en el consumo de este producto; así se pudo relevar que en los supermercados de cadenas extranjeras y con ofertas válidas únicamente hasta el 30 de junio, limitando siempre el stock a 2.000kg, se ofrecen: costeletas a $189,90, matambre a $ 247,90, costilla de cerdo a $ 174,90. Otra de las variables que ha golpeado muy fuerte a los empresarios de la carne es el costo de la energía eléctrica impuesto por el Gobierno Nacional y sin que hayan sido beneficiarios de ningún subsidio hasta la fecha, lo que hace que muchos de ellos, -trasladen estos costos fijos al precio de la carne-. “Un comercio de barrio estaba pagando de 3000 a 4000 pesos de energía en diciembre de 2018 y en enero han tenido facturas de 8.000 a 10.000 pesos o más”. La energía eléctrica es uno de los factores más importantes para los carniceros porque pagan altas sumas para mantener la carne refrigerada en las heladeras y cámaras frigoríficas. Los responsables locales explican que, ante la crisis, “los comerciantes han elegido cuidar a los compradores asumiendo parte de ese aumento, bajando sus márgenes de ganancia”. No obstante, lo cual los consumidores han variado sus costumbres y hoy se inclinan más hacia las carnes de cerdo y pollo por sobre la carne vacuna; toda vez que al ritmo de la caída del consumo interno se anuncia que nuestro País cumple con el 100% de la cuota Hilton después de 10 años, hecho este celebrado solamente, “por algunos sectores exportadores a quienes no les interesa si las familias formoseñas pueden acceder o no a un pedazo de carne para sus comidas”.