Desde la Defensoría del Pueblo y ante los reclamos de los consumidores por los exorbitantes e impagables precios que poseen en la actualidad los alimentos y entre ellos el pan, un producto de consumo diario y masivo que no “encuentra su techo y estabilidad” lo que traería como consecuencias el cierre de mayor número de panaderías habilitadas y con ello más desempleo como causa de la crisis económica que vive el País.
Los propietarios recordaron que la crisis de su sector se agudizó a mediados de 2018 con la fuerte suba del precio de la harina. Pero actualmente la mayor preocupación son las -bajas ventas-, que no están permitiendo el traslado de subas en los costos de producción por estos días. Actualmente el precio de la harina se estabilizó, pero otros costos de elementos que se tienen para elaborar panificados continúan subiendo: la energía eléctrica, el gas, todo va sumando; pero la mayor inquietud que existe es la baja venta, que fue dándose paulatinamente en los últimos meses y hoy llega a un 50%. Por ello las entidades panaderiles nacionales y provinciales argumentaron que si no hay respuestas del Gobierno Nacional no podrán pagar los impuestos y servicios, difíciles de solventar para una industria que sufrió y sufre fuertes caídas en sus ventas. Los comerciantes comentaron que la merma en las mismas se nota en todos los productos, desde el pan, la galleta hasta la -chipa- se vende menos y todo esto porque los insumos básicos como la harina van a seguir aumentando ya que el Gobierno Nacional prioriza la exportación y se calcula que el precio de la misma podría llegar a los $1.500 dentro de unos meses. También hicieron hincapié en que para hacer los panificados utilizan elementos como la grasa, la manteca, huevos, esencias, azúcar y ante los aumentos de las cargas sociales, los sueldos; “si aumentamos el pan de acuerdo a lo que nos cuesta producir y para competir con los hipermercados que poseen otro modo de producción, nadie nos compraría ya que la gente no tiene dinero”. Por otro lado, denunciaron la existencia de muchos lugares no habilitados o clandestinos donde al no tener los empleados registrados pueden vender un pan más barato y eso complica aún más la situación. En este sentido a nivel nacional la Federación Argentina de la Industria de Pan y Afines pidió retrotraer los costos de las tarifas de energía y de gas por la crítica situación que vienen pasando los comercios en todo el País y destacaron que no se puede trasladar todo a precios a la gente porque el consumo cae todos los días y necesitamos que se declare la emergencia económica nacional de la industria del pan en todo el País, “de no hacerse esto o tomarse alguna medida como la reducción de aportes patronales, moratorias a 60 meses sin intereses para el pago de deudas impositivas, subsidios para la energía eléctrica y el gas, es muy posible y casi seguro que el precio del pan llegará a subir a los $70 u $80 el Kg.”. Por último, Gialluca criticó a todo el Gobierno Nacional y especialmente al Ministro de Economía Nicolas Dujovne, “porque están quitando los subsidios no por convencimiento propio, -sino por órdenes del FMI-, quien entiende que nada se debe subsidiar y que todo precio de alimentos debe estar atado al valor dólar”. El Funcionario Provincial fue más allá y denunció que también los consumidores debemos prepararnos para nuevas subas en la carne vacuna y otros elementos por las lluvias que están afectando a Santa Fe y a Buenos Aires y esto repercutirá en la producción de lácteos que con absoluta certeza también tendrán nuevos valores y si decimos que “las familias tienen que hacer malabares para administrar sus ingresos que no crecieron a la par del proceso inflacionario, hace que la gente revea sus hábitos de consumo y obviamente todos quieren comer su docena de facturas, sus bizcochitos, pero no lo hacen porque no les alcanza el sueldo, de allí es que estamos viendo como en todo nuestro interior y en muchos barrios de nuestra ciudad, las familias han vuelto a la producción del -pan casero- y hasta son cada vez más “los vendedores ambulantes de este producto que no puede faltar en ninguna mesa de nuestros hogares”.