La Defensoría del Pueblo, por intermedio de su -Dirección de Defensa de los Derechos de los Usuarios y Consumidores-, solicitó a la Secretaría de Comercio de la Nación, a cargo de Miguel Braun y a Ignacio Werner Subsecretario de Comercio Interior, que intervengan para reducir los intereses que son cobrados por las tarjetas de crédito.
Sobre el particular, desde el Organismo de la Constitución su titular, José Leonardo Gialluca, expresó: “En un contexto de recesión, con una inflación que superará el 40 % éste año, se está dando un enorme endeudamiento por parte de los consumidores que acostumbran a hacer compras con tarjeta de crédito y ello en virtud del aumento del denominado Costo Financiero Total (CFT) disparado por las elevadísimas tasas que autorizó el Banco Central de la República, en su afán de frenar la compra de dólares. Es así, remarcó el Ombudsman, dada la situación económica, mucha gente está haciendo lo que llaman “revolving” que no es otra cosa que pagar el mínimo. Lo que no se tiene en cuenta que el Costo Financiero Total sobre el saldo es del 100 %, por lo que si uno compra en cuotas y paga el mínimo de su tarjeta, en doce meses terminará pagando el doble del doble, es decir si compró por 5 mil, terminará pagando 20 mil. Es por ello que, desde la Defensoría se aconseja que, en caso de no poder pagar el resumen de la tarjeta se pague todo lo posible, para evitar que la deuda se torne impagable sólo por la imposición de intereses. En consideración de éstas circunstancias que atraviesa el consumidor local, solicitamos al Secretario de Comercio de la Nación que intervenga, porque la aplicación de los exorbitantes Costos Financieros por la utilización de los servicios de tarjetas, están enriqueciendo exponencialmente a las entidades bancarias y proveedoras de los servicios financieros, a costa del empobrecimiento de la gente que ya está utilizando las tarjetas para financiar la compra de alimentos inclusive. Es preciso que, desde el área competente del Gobierno Nacional, se frene lo que consideramos un abuso a los usuarios y consumidores moderándose las tasas de interés que se aplican por mora y que llevan a los usuarios de tarjetas a entrar en una espiral que termina diezmando sus ingresos, arrojándolos a una morosidad de la cual no encontrarán salidas pues tampoco se hace nada por la recuperación del poder adquisitivo del salario.-”