El abuso en el aumento de las cuotas de los planes de ahorro sumergieron en una crisis de deuda a los consumidores que están pagando planes de ahorro para acceder a un auto cero kilómetro.
Hoy cuando en el mercado existen grandes descuentos y bonificaciones para la compra de un vehículo en efectivo, quienes están atados a un plan de ahorro quedaron sujetos a la fuerte suba en las listas de precios: nadie paga hoy esos valores en el mercado, excepto quienes aceptaron las reglas de usura del plan de ahorro. Las cuotas aumentan según el criterio arbitrario de las marcas y los dueños de los concesionarios. Se estima que uno de cada cuatro compradores adeuda cuotas o tuvo que dar de baja su plan, por el elevado costo de mantenerlo. El Ombudsman Provincial Dr. José Leonardo Gialluca sugirió y recomendó, no comprar autos mediante planes de ahorro. En la realidad tenemos que algunos arrancaron hace poco. Otros llevan varios años aportando, con esfuerzo y con la ilusión de tener un cero kilómetro que no podrían haber pagado al contado. Pero en los últimos meses ese sueño del auto nuevo se volvió un disgusto. Fue así para al menos 1.200.000 compradores de todo el país que ingresaron a planes de ahorro y aún tienen deuda. ¿Qué es lo que pasó? El dólar se disparó, las cuotas se volvieron para muchos impagables y quedaron así “atrapados” en contratos de los que no es posible salir sin sufrir importantes pérdidas. Esta modalidad no muy conocida en otros países, pero sí en el nuestro es la forma más usada, que permite abonar un vehículo durante siete años, en cuotas variables que cada mes se calculan dividiendo por 84 el valor actualizado del 0 km, más cargos varios que pueden elevar la suma un 14%. Eso se hace en grupos de 168 compradores que van recibiendo los vehículos a razón de dos por mes, uno por sorteo y otro por licitación. Se trata de una lógica que funciona bien en tiempos de estabilidad. Pero este año los cero kilómetro ya acumulan aumentos del 60 al 80%, que se trasladaron a las cuotas y dejaron a los ahorristas en una situación complicada. Algunos, incluso, pasaron a pagar más del doble que hace un año porque al alza del precio se sumó que su modelo fue discontinuado por la fábrica y el plan pasó a ajustarse por uno similar más costoso. A clientes que pagaban $ 5 mil le empezaron a llegar $ 9 mil, y ya no pueden cumplir más. Si deja de pagar, el ahorrista puede recuperar el dinero aportado al valor actualizado, pero eso no comprende los cargos extra y para cobrar debe esperar al final del plazo previsto (pueden ser años). Otra opción es vender el plan, a un precio que siempre será menor a lo ya pagado. De cualquier modo se pierde. Pero la peor situación es para los que ya les dieron el vehículo y deben cuotas. Porque, para ellos, dejar de pagar implica que le hagan un juicio para secuestrarles el auto y rematarlo, algo en lo que se cometen todo tipo de atropellos. Ante esto, la Defensoría del Pueblo sugirió a todos los consumidores que tengan algún inconveniente con este tema concurrir a su Sede de lunes a viernes tanto en horario matutino como vespertino.