Desde la Defensoría del Pueblo de la Provincia de Formosa, se recordó que un día como hoy, pero después de siete años de una terrible e impiadosa dictadura militar, en el año 1983, Raúl Alfonsín resultó electo por el pueblo Presidente de la República Argentina.
El Ombudsman Provincial Dr. José Leonardo Gialluca junto al Representante de la Defensoría del Pueblo de la Nación Dr. Julio Néstor Santander, coincidieron en señalar en que el Proceso de reorganización nacional, como fue denominado por los usurpadores, dejó al país endeudado externamente e internamente, originando una gravísima crisis social, económica en toda la Argentina, y lo que es más grave, no se respetaron nunca los Derechos Humanos esenciales de los ciudadanos y es por ello que este Organismo de la Constitución, haciendo un paralelo con la actualidad política que vive nuestro país, entendemos que la violencia que parte y se origina desde el Estado Nacional, debe siempre ser reprobada, ya que luego se instalan frases como “seguramente algo habrán hecho”. Esto no debe nunca más producirse y para ello debemos defender siempre las Instituciones Nacionales, Provinciales y Municipales, como así también la división de poderes, pues únicamente las urnas a través de una elección transparente y ceñida a la ley, puede determinar quién ejercerá el poder otorgado por los votantes para llegar a ocupar los diferentes cargos electivos. La dictadura se prolongó durante 7 años, durante los cuales hubo 4 presidentes de facto (Jorge Videla, Roberto Viola, Leopoldo Galtieri y Reynaldo Bignone), todos ellos pertenecientes al Ejército. El hecho clave que determinó la caída de la Tercera Junta Militar fue la derrota en la Guerra de Malvinas. Unos meses más tarde, Bignone llamó a elecciones para el 30 de octubre de 1983. “Argentinos, vamos todos a volver a ser los dueños del país. La Argentina será de su pueblo. Nace la democracia y renacen los argentinos”, diría Raúl Alfonsín en su histórico discurso del 27 de octubre de 1983 en la Plaza de la República. “Ahora somos nosotros, el conjunto del pueblo, quienes vamos a decir cómo se construye el país. Y que nadie se equivoque, que la lucha electoral no confunda a nadie; no hay dos pueblos. Hay dos dirigencias, dos posibilidades. Pero hay un solo pueblo”. De eso se trata la democracia, más allá de las ideologías, justamente de que la Argentina es de los argentinos y no como sucede actualmente, que se ha entregado el país al Fondo Monetario Internacional, quien tiene su propia oficina en nuestro territorio y más precisamente en el Banco Central de la República Argentina, han endeudado en miles de millones de dólares a todos los ciudadanos, y no existe ninguna perspectiva de que con la democracia se come, se cura, se educa, puesto que el Proyecto del Presupuesto 2019, nos muestra claramente cuales son las partidas más afectadas, justamente las de la salud pública, educación, la ciencia, la cultura, la obra pública y es por esto y por numerosas situaciones, “que se ha acuñado la expresión de que el Gobierno del Presidente Mauricio Macri, es un gobierno que privilegia a quienes manejan las finanzas, a los empresarios y les da la espalda a las necesidades de la gente, con un ajuste nunca antes visto. En este sentido, también expresamos que la Justicia juega en la democracia un rol fundamental, puesto que no tendremos nunca una democracia con todos los valores, si prosigue la corrupción en nuestro país, quienes se aprovechan del mismo o comenten un delito, deben ser juzgados y si se prueban los mismos, detenidos y cumplir sus condenas en una cárcel común, como cualquier ciudadano que transgrede la ley, y sin hacer diferencias de privilegios ni de fueros, pues de lo contrario, nunca nuestros hijos tendrán un futuro venturoso. Institucionalmente nuestra obligación está en bregar por erradicar el autoritarismo y resguardar los derechos y garantías de todos los ciudadanos, escuchando a la gente e investigando las denuncias que las mismas realizan para que sea como dijimos antes, el poder judicial el encargado de determinar si existen culpables o inocentes en cualquiera de los acontecimientos que se lleven a los estrados de los magistrados.