En el día de hoy se celebra el <Día del Abogado> y en consecuencia desde la Defensoría del Pueblo de la Provincia de Formosa, se consideró necesaria y oportuna recordar que Juan Bautista Alberdi tuvo una visión de País absolutamente integrado a nuestros vecinos y principalmente a América Latina, todo lo contrario a lo que ocurre actualmente en Argentina.

Alberdi, cuyo pensamiento fue siempre desde y para la Argentina, no perdió nunca de vista su ligazón con América Latina, y menos aún con América del Sur. De esto queda el testimonio notable de su tesis de graduación universitaria “Memorias sobre la Conveniencia y Objeto de un Congreso General Americano” (1844). La acción se dio en momentos en que el presidente chileno Bulnes convocaba a un Congreso General de Plenipotenciarios americanos, al que ya habían adherido Brasil, la Confederación Argentina de Rosas, Perú, Bolivia, Ecuador, Nueva Granada, México. Se trataba para Alberdi de un programa de una futura existencia continental, un orden y asociación continental. Era ante todo una lucha contra la pobreza, la despoblación y el atraso de nuestros países, de los desiertos sin ruta, de la recomposición geográfica, de la unión comercial, uniformidad de la moneda, de política bancaria y crédito público, reválida de títulos universitarios, programas de colonización, etc. Alberdi se inspiraba en el Zollverein alemán, que fue la base en el siglo XIX de la creación unificada de Alemania. Pero la asamblea convocada no se realizó. Los Congresos hispanoamericanos terminaron su itinerario, luego del de Bolívar en 1826, con el de Lima (1847), Santiago de Chile (1856) y Lima (1864). No se reunieron más, y a fines del siglo XIX (1889) comenzaron a ser Panamericanos, con la hegemonía naciente de los Estados Unidos. Alberdi, en 1844, no quería que se invitara a los Estados Unidos a participar en la Unión hispanoamericana. En 1880, Alberdi todavía pensaba posibles uniones parciales, bloques de países. Siempre añoró la unión de la América del Sud.(…). El programa integrador de Alberdi no fue asumido. Sólo fragmentos se pusieron luego en marcha. Uno de los más importantes ha sido el económico social que, en nueva dinámica, impulsó al abrirse la segunda mitad del siglo XX, la CEPAL de Raúl Prebisch. Queda ahora en nosotros entender que Argentina debe relacionarse y aliarse siempre con América Latina, puesto que cada vez que una Nación extranjera nos agredió, “pudimos ver claramente quienes se comportaron como nuestros amigos y también salieron a relucir los verdaderos enemigos que en la actualidad siguen siendo los mismos, por más que aparenten una voluntad de ayuda, siempre los mueve un interés o prioridades, que no son las del Pueblo.