Relevamiento llevado a cabo por la Defensoría del Pueblo, sobre la suba del precio de los alimentos, pudo determinar que la misma superaron a la inflación en casi un 88%, encontrándose su causa en distintos motivos entre ellos, la quita de las retenciones al trigo, al maíz y la soja (a baja de los impuestos a las exportaciones agropecuarias tiene un impacto directo en el precio de los productos derivados de estas materias primas ya que se traslada el precio internacional a los productos que se comercializan en el mercado interno); la devaluación; la suba de tarifas y los aumentos de los combustibles, ambos precios dolarizados.
Por otro lado, ciertos sectores, como el caso de la industria alimentaria, vieron reducidas sus ventas internas por la caída del consumo, al mismo tiempo que debieron empezar a competir contra productos importados que en años anteriores no ingresaban a nuestra economía.
En números, el estimador industrial del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) registró una caída en más de la mitad de rubros alimenticios en el primer semestre de 2018, lo que determinó una caída media de 1,5% en la producción de alimentos y bebidas, para tal período. En este sentido, el informe contrasta como mientras las ventas internas cayeron un -13,7% y la producción industrial un 1,5%, las importaciones se incrementaron en un 59,9% lo que obviamente señalaron desde la Defensoría del Pueblo se traduce también en mayor desocupación y menos puestos de trabajo.
El Ombudsman Provincial, Dr. José Leonardo Gialluca señalo que la harina de trigo lidera el ránking de incrementos, seguida por los huevos (50,2%), los fideos secos (40%), el pan (35,9%), el arroz blanco (34,2%) y el aceite de girasol (26,2%) entre otros donde podemos mencionar rubros como Aceites y grasas (21%), Carnes y derivados (17%).