Un relevamiento de la Defensoria del Pueblo a través de su -Dirección de Ambiente y Desarrollo Sustentable, Audiencias Públicas- pudieron determinar que en nuestra ciudad capital, son varios los sectores en donde de manera permanente y por causas que desconocemos existe la presencia y circulación de líquidos cloacales crudos (sin tratamiento) a cielo abierto y que pueden traer consecuencias de diferente tipo y gravedad, tanto para las personas que residen en las inmediaciones como para transeúntes frecuentes u ocasionales.
El Ombudsman Provincial, José Leonardo Gialluca informó que de esta situación hemos pedido la intervención de la empresa Aguas de Formosa y del Municipio con la finalidad de resolver esta cuestión ya que insistió el funcionario que las aguas cloacales sin tratamiento son portadoras de bacterias, como por ejemplo Escherichia coli (que precisamente es utilizada como un indicador de contaminación fecal de aguas) y si bien la mayoría de las cepas de esta bacteria son inocuas y viven en los intestinos de los seres humanos y animales saludables, existe una cepa que produce una potente toxina que es responsable de severas diarreas y del síndrome urémico hemolítico. También pueden estar presentes otras bacterias altamente peligrosas para la salud (por ejemplo especies de los géneros Salmonella, Shigella, Leptospira, Campylobacter jejuni y el Vibrio cholerae Todas estas generan trastornos que van desde fiebre, debilidad, náuseas, retortijones, vómitos y calambres, hasta enfermedades entéricas y pulmonares graves (por ejemplo: diarreas, shigelosis, fiebre tifoidea, leptospirosis y cólera). Este es un riesgo que los vecinos han denunciado por ante el Organismo de la Constitución desde diversos barrios y que se dan tanto en lugares donde existe el sistema cloacal como también en sitios donde las cunetas se encuentran a cielo abierto por ahora. El otro punto ambiental que se ha podido detectar que viene desde hace varios años y se presenta con mayor fuerza en los barrios del denominado Circuito Cinco y otros más alejados del centro de la ciudad, “es la mala costumbre de quemar todo tipo de residuos por parte de vecinos que lo hacen en sitios ya establecidos y en donde se produce una alta proliferación de cenizas que son esparcidas en el aire y obviamente implica un impacto negativo para la salud de la población y el ambiente” (niños y ancianos). Desde el Organismo de la Constitución se dialogó con los vecinos y nos encontramos como resultado, que estas prácticas están muy arraigadas y que se desconoce sus consecuencias negativas, además de manifestar los ciudadanos que es una necesidad que tienen para deshacerse de la basura y evitar grandes acumulaciones de la misma.
La última situación que se volvió a corroborar, esta centrada en las conductas negativas de arrojar todo tipo de residuos plásticos como botellas, bolsas y otros elementos, todos de este material en lugares públicos, “a pesar de que existen contenedores móviles colocados por el Municipio a escasos metros, todos esta basura plástica se esparce en las calles, paseos públicos y demás, produciendo una gran contaminación y el problema es que los mismos no permiten el normal escurrimiento de las aguas de lluvia y es por esto que Institucionalmente insistimos en que los vecinos de todos los barrios no arrojen estos elementos de manera indiscriminada pues las consecuencias negativas luego las sufrimos todos ya que se obstruyen desagües y lugares acondicionados para el desagüe normal de las aguas y así evitar que ingresen a los domicilios, principalmente en aquellos asentamientos que poseen terrenos bajos y fácilmente inundables.