“Decir que lo malo es bueno, y que lo bueno es malo, representa una corrupción de la razón”, así lo afirma Lourdes Méndez, miembro de la -Asociación Familia y Dignidad Humana-, madre de 6 hijos y ex diputada en España del PP; quien al disertar en el Congreso Argentino llevó un mensaje de que “No cometamos nuestros mismos errores”, toda vez que en España se aprobó la despenalización del aborto y mencionó que la insistencia en su legalización, no atiende a razones de libertad, ni de justicia, es el resultado de la voluntad de implantar una ideología implacable de absoluto desprecio por la vida humana, que tienen por finalidad subvertir los valores del sistema democrático disfrazados bajo el eufemismo de nuevos derechos.
No es humano que un humano mate a otro. En su país se aprobaron la Ley de Violencia de Genero, la Ley de Matrimonio Homosexual, la Ley de Divorcio exprés, la ley de Técnicas de Reproducción Asistida, el Derecho al Aborto, con lo cual se culminó en toda una ingeniería social no como un vehículo para impartir justicia sino para realizar una transformación cultural produciendo un gran daño a las familias. En el caso de nuestro país, en el día de ayer con 129 votos a favor, 125 en contra y una abstención, la iniciativa tiene media sanción. El presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó, deberá informar ahora al Senado sobre el resultado y recién dentro de una semana, el proyecto estará en estado parlamentario y la Cámara alta podría, si decidiese un tratamiento exprés, discutirlo en el recinto dentro de ocho días. El Senado aparece como más resistente que Diputados a aprobar la iniciativa. Pero es evidente que la movilización social en torno al tema, más el debate mismo, vienen torciendo voluntades. Luego se abren tres posibilidades: que el Senado rechace el proyecto, que lo apruebe con modificaciones y lo reenvíe a la Cámara de Diputados, o que lo convierta en ley tal cual está. Y entonces se abre una cuarta posibilidad: que el Presidente Mauricio Macri vete la normativa parcial o totalmente; y es lo que esperamos desde la Defensoria del Pueblo señalo su Titular el Dr. José Leonardo Gialluca, toda vez que han quedado una multiplicidad de situaciones que no sabemos cómo hará el Estado Nacional y los Provinciales para enfrentar una posible futura obligación legal en los hospitales públicos o centros de salud, donde conocemos que a diario no dan abasto para las miles de atenciones que demandan no solamente profesionales, sino también quirófanos, materiales hospitalarios que se cotizan a valor dólar, donde las obras sociales, la mayoría no cumple con sus obligaciones y los adultos mayores deben ir a los lugares antes mencionados, pero lo mas peligroso de todo es que se ha aprobado por la Cámara de Diputados al aborto como un acto sin ninguna consecuencia y se lo ha vendido como un derecho, sin considerar alternativas como las de la adopción, una profunda educación sexual, una mejor política de prevención para evitar los embarazos no deseados y lo irracional es habernos querido hacer creer que un embarazo o un niño por nacer es un problema, cuando en realidad es la vida misma y con lo sucedido los que han ganado son los intereses económicos pues para muchos la vida podría ser un negocio, triunfaron intereses políticos que tienen como finalidad la destrucción del núcleo de nuestra sociedad que es la familia, ganaron también organismos internacionales, que lo único que buscan es que en los países no existen niños ni jóvenes sino solamente adultos mayores y por todo esto es que Institucionalmente entendemos que el Presidente de la Nación deberá vetar esta iniciativa legislativa de aprobarse en el Senado oportunamente, tal como lo hizo con la ley que se aprobó para retrotraer el precio del valor de la energía y que establecía que los incrementos se ataban a los aumentos salariales de los trabajadores; donde ejerció rápidamente esa potestad.