Para los productos que pagan de IVA reducido al 10,5% de cada $100 , 38,1 se destina al pago de impuestos y en los alimentos que se paga un IVA del 21%, cada $100 se gastan $43,4 en impuestos-
Un informe privado revela que la carga fiscal en la Argentina sigue siendo muy elevada, a lo que debe sumársele la falta de competencia y el famoso ya – costo argentino- que hacen que un país productor de alimentos, tenga los precios de los mismos, más caros de la mayoría de los países. Así el costo impositivo incluido en el precio final de las bebidas es casi del 50%. Esta carga fiscal es la más alta de la región. Por esta razón señalo el Ombudsman Provincial José Leonardo Gialluca, que, “los impuestos siguen siendo la peor pesadilla de los argentinos. Y no es sólo un decir: la carga tributaria de nuestro país creció de manera sostenida a lo largo de las últimas dos décadas y principalmente en estos dos últimos años, tanto si se tiene en cuenta la importancia de la recaudación en la economía (una medida de la presión tributaria efectiva) como si se consideran las alícuotas y elementos tributarios de los diferentes impuestos (presión tributaria legal). La fuente de estos datos fueron proporcionados por el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf).
Según el informe, avalado por el Director del organismo, Nadín Argañaraz, en los últimos dos años parecería observarse un quiebre de esta tendencia, hasta ahora impulsada por ligeros cambios en impuestos del orden nacional (ganancias, cheque, derechos de exportación). A estos se espera que se sumen nuevas reducciones a partir del 2018, tanto a nivel nacional como provincial, producto de las recientemente sancionadas reforma tributaria y consenso fiscal. En el trabajo del Iaraf se evalúa tanto el nivel como la estructura de carga impositiva previos al inicio de estas reformas, a través de la evolución reciente de la carga tributaria global argentina sobre los alimentos y bebidas, calculada a partir de un análisis de la legislación tributaria correspondiente a los tres niveles de gobierno: Nación, provincias y municipios. Aplicando la metodología a cada eslabón de la cadena de producción y comercialización de alimentos, se obtiene que en el caso de aquellos que tributan la alícuota reducida de IVA del 10,5% (frutas y verduras, pan y carne, entre otros), el costo impositivo incluido en el precio al consumidor final es del 38,1%. Es decir que de cada $ 100 que se gastan en estos alimentos, $ 38,1 se destinan al pago de impuestos. Para los productos alimenticios que tributan la alícuota general del 21% (arroz, galletas, aceite, etcétera), el costo impositivo global contenido en el precio asciende a un 43,4%. En este caso, de cada $ 100 que se gastan, $ 43,4 corresponden a impuestos. Los tributos que más inciden en el precio son el IVA, la Seguridad Social y el Impuesto Provincial a los Ingresos Brutos, que en conjunto representan el 77% del total de la carga tributaria que se aplica en todo el territorio argentino.
Comparando con la situación de 2015, se observa una ligera reducción atribuible a bajas en los impuestos nacionales (eliminación de la sobretasa a la distribución de utilidades y los cambios en Cheque y Ganancias), en parte compensada por subas en impuestos provinciales y municipales. El costo impositivo incluido en el precio al consumidor final de las bebidas se ubica en el 49,5%. Es decir que prácticamente la mitad del precio de este producto se explica por los impuestos y regímenes de seguridad social de cumplimiento obligatorio.
Según el Iaraf, en 2015 la carga tributaria sobre el precio de las bebidas ascendía a un 49,9%, con lo que se aprecia una ligera reducción de este porcentaje, aunque sigue siendo alto. Al igual que para el caso de los alimentos, mientras los impuestos nacionales evidenciaron una reducción en los últimos dos años, los provinciales tuvieron un aumento. Por ello resulta interesante comparar la carga tributaria legal argentina con la de otros países de la región. Considerando el caso de las bebidas para Chile, México, Paraguay, Perú y Uruguay, se aprecia que la carga argentina es la más alta. Del 49,5% de Argentina se pasa al extremo de Paraguay que tiene una carga de 28,5%. En el medio se ubican Uruguay con un 43%, Chile con el 40,4%, Perú con el 39,9% y México con el 37,9% de carga impositiva.