Denuncio la Defensoria del Pueblo que la inflación pegó de lleno en uno de los productos básicos de la alimentación, el huevo. Lejos del “gradualismo”, el aumento promedio registrado en lo que va del año fue del 63,5%, según un informe de la Cámara Argentina de Productores Avícolas, lo que generó un verdadero shock en las góndolas. Dicho porcentaje, por efecto de los intermediarios supera en algunos casos el 85% en nuestro medio un relevamiento llevado a cabo determino que las 30 unidades que se comercializaban a $50 hoy se venden por encima de los $75 alcanzando hasta los $80.
El precio del alimento para las aves, el combustible, la cotización del dólar, las vacunas y hasta la Cuaresma, son algunos de los argumentos que esgrimen los comerciantes y productores para justificar los aumentos. Hasta 2017, los incrementos venían dándose alrededor de un 5 o 6%, dos o tres veces al año. El impacto en las familias es importante, solo hay que tener en cuenta que cada persona consume en promedio 274 huevos por año.
A esta dura realidad se suma una perspectiva poco halagüeña, ya que para Pascuas aumenta el consumo, por la demanda de huevos de parte del sector industrial, por lo que se esperan nuevos incrementos. Una tortilla de huevos, podría considerarse un lujo por estos días. Hoy un huevo mediano roza los 2,80 pesos en los supermercados donde el maple de 30 unidades, idéntica medida y calidad, puede conseguirse a $82 promedio.
Los proveedores señalaron que el cajón de huevos medianos arrancó el año en 230 y hoy se comercializa a 410, promedio. Por lo que la suba pega un salto importante a nivel revendedores y castiga duramente el bolsillo de los consumidores.