El año pasado, el dólar subió un 17% aproximadamente, arrancó el año a $16,16 y cerró diciembre a $18,92. Pero esa suba estuvo casi ocho puntos porcentuales por debajo de la inflación. Por eso los consumidores apostaban por una corrección del precio del dólar en el primer trimestre de este año en curso, que se suponía debía recuperar parte del terreno perdido ante la inflación, principalmente todos aquellos que tomaron créditos para la compra de terrenos o inmuebles.

Sin embargo, el salto de la moneda estadounidense y cuya cotización cerrara cerca de los pesos $20.00 sorprendió e inquieta a todo este sector de la población. El plazo más largo operado, mayo, se pactaba el 1 de diciembre con un dólar a $ 19,28; pero el día martes de esta semana pasada esos mismos contratos cerraron con un dólar a $ 20,53. Es decir que, en un mes y medio, la proyección para mayo de los contratos a futuro saltó pesos $ 1,25.
Desde la Defensoría del Pueblo de la Provincia de Formosa, se señaló que históricamente, cuando el dólar sube de manera brusca impacta en todos los precios de la economía nacional. No sólo porque impacta en las expectativas, sino porque gran parte de la matriz industrial Argentina está atravesada por componentes importados (maquinaria, accesorios, combustibles). Cuando el dólar se encarece, se encarecen esos insumos y los empresarios remarcan los precios y también lo hacen los supermercadistas. El Ombudsman Provincial José Leonardo Gialluca, señaló que queremos ser optimistas en cuanto a los recálculos de los porcentajes de inflación que se hicieron hace poco tiempo, pero es más que evidente que se hace necesario advertir que la política más laxa del Banco Central aleja aún más la posibilidad de alcanzar el 15% de meta de inflación oficial que se ha establecido. Para los privados la inflación rozará el 2% en enero y hablan de un piso del 2,5% para febrero; con lo cual sin ser especialista en economía podemos afirmar que el 15% de inflación previsto para todo el presente año será superado holgadamente y con ello nuevamente las posibilidades de que los asalariados públicos o privados cubran con sus ingresos, todas las demandas esenciales, serán ilusorias. Por ello, Institucionalmente, no compartimos para nada aquellos que pregonan a nivel local que por ejemplo, la suba irracional de la energía electrica está producida por las provincias, cuando a los tarifazos de la generación y el transporte, los autoriza el Gobierno Nacional, no queda otra alternativa que estos mismos sectores busquen el modo de que podamos tener una tarifa regional diferenciada, ya que el alto costo de los servicios más la inflación indomable hasta ahora y que es una responsabilidad de las medidas económicas adoptadas a nivel nacional, no permiten a los usuarios y consumidores cubrir sus demandas básicas.
En este mismo sentido, el nuevo salto de la divisa complica nuevamente a aquellos que tienen adjudicado un crédito cambiario. La capacidad de compra en pesos disminuye al son de cada centavo que sube la divisa estadounidense. Es que el banco presta en pesos para comprar inmuebles que cotizan en dólares. La única salida para evitar sorpresas es, una vez logrado el crédito, buscar refugio en contratos de futuro. Pero el precio de no quedar atado a riesgos cambiarios no es barato: encarece cerca de un 3% la operación de cada compra o más.
El Organismo de la Constitución denunció que el sector exportador es el gran y único beneficiado con la suba, son los empresarios que se quejaron durante 2017 del atraso cambiario, por ello demandamos modificaciones o implementaciones de medidas que permitan cubrir económicamente a los asalariados y a toda la clase trabajadora que depende de ingresos en pesos, cuando los bienes y servicios siguen el ritmo que tiene el dólar, así como la suba permanente de los combustibles.