Desde la Defensoría del pueblo de la Provincia de Formosa, se invitó formalmente al periodista Carlos M. Reymundo Roberts del diario ultraoficialista La Nacion, para acompañarlo a conocer el trabajo y la gestión del Organismo de la Constitución y también la verdadera historia y realidad actual de nuestras Comunidades Indígenas y los distintos sectores de servicios públicos esenciales que funcionan actualmente en Formosa, sin ayuda financiera del Estado Nacional y con todos los Programas de Viviendas Sociales paralizados a lo que se le debe sumar la negación a una Tarifa Regional Diferenciada que debemos tener por ser jurisdicción electrodependiente y para apoyar a los comercios y a las Pymes que no pueden continuar en zonas de frontera donde nuestra moneda no vale nada y con los variados y altísimos impuestos, los consumidores encuentran mejores opciones en Paraguay como también sucede en la Provincia de Misiones o Mendoza con Chile.
El Ombudsman Provincial Jose Leonardo Gialluca, denunció que estas operaciones mediáticas no son nuevas, van a continuar y se van a profundizar, pues al Gobierno Nacional «no le preocupa si los trabajadores llegan a fin de mes, menos aún si nuestros abuelos poseen accesibilidad a los medicamentos o servicios esenciales de Salud o que la Secretaría de Comercio de Nacion controle los abusos en los formadores de precios, pues ahora recién el Ministro de Agroindustria se dio cuenta que los Supermercadistas hacen lo que quieren con los precios de la Canasta Básica Alimentaria y ello es simple , el Estado Nacional siempre está ausente y presente para defender únicamente los intereses de los grandes grupos económicos y mediáticos cuyos dueños o representantes forman parte del Gabinete NACIONAL.
El funcionario señaló que debemos saber de dónde vienen estas sobreactuación mediáticas, pero para informarnos y no confrontar pues somos un Pueblo joven y donde restan muchas cosas por hacer y todo cuesta más ya que estamos transitando en nuestra vida Institucional con el peor Gobierno Unitario Nacional de los últimos tiempos»
El Diario La Nación repite desde hace tiempo el discurso oficial del Gobierno Nacional, como muestra basta un botón. Crítica acerrimamente el derecho a la Protesta de los trabajadores, de los docentes u Organizaciones Sociales y alenta el uso de la más brutal violencia física para reprimir en todos los casos.
No podemos olvidar que en su momento el Diario Alemán Suddeutsche Zeiting «crítico duramente a los principales medios nacionales Argentinos, entre ellos La Nación por el trato que recibió y recibe Mauricio Macri tras las filtraciones de los Panama Papers. Todos se sorprenden por la pasividad de los grandes medios en este y otros temas, dedicándole un párrafo aparte a la Oficina Anticorrupción a cargo de Laura Alonso quien afirmara: «que no es delito tener una empresa en un paraíso fiscal»
A su turno el Diario Francés Le Monde, cuestionó con dureza a La Nación por encubrir al Presidente Mauricio MACRI en el armado de Sociedades offshore.
El Ombudsman Provincial, señaló que estos andamiajes periodísticos tienen sus apoyos locales y dijo que Francisco Nazar debería ponerse de nuevo a disposición de la voluntad de los formoseños para el cargo público que desee, pero que no actúe en la oscuridad, que salga a la luz pues más que nunca se necesita trabajar por los más necesitados, cosa que no sabemos si alguna ocasión lo llevo a cabo. Los Porteños, no conocen ni entienden al Norte Argentino y menos este Gobierno de Macri, el cual para un Acto Público está solo y nosotros desde el Estado Provincial atendemos y recibimos también los reproches de la gente en los OPNGT. , en un mano a mano sin custodias ni controles. Ahora que al diario La Nación le hayan dicho que un tal Diego Madoeri «es uno de los más reconocídos» evidencia del termo en que viven, PUES respetando absolutamente las libertades de expresión, este comunicador social deja mucho que desear al no permitir nunca un «Derecho a Réplica» frente a sus afirmaciones que como al igual que La Nación y salvando las distancias, se corta sólo creyéndose que es el que tiene y propala las verdades absolutas.