La Defensoría del Pueblo llevo a cabo un relevamiento sobre los precios actuales en góndola que se ofrece a los consumidores en lo que respecta a productos lácteos, encontrándose en comparación a los valores existentes en el 2016, un incremento de aproximadamente un 45% más .
Así 800 gramos de leche en polvo se vende a $158, 1 litro de leche a $22, manteca de 200 gr desde $23 hasta $30, en el caso de los yogur, un sachet a $23, en los descremados el valor se dispara a $40, para los quesos, 350 gr de cremoso y en barra desde $47 el primero y $58 en adelante el restante. El Ombudsman Provincial, José Leonardo Gialluca, señalo que los consumidores han dejado de lado los lácteos por los precios descomunales que tienen y el Organismo de la Constitución peticiono a la Secretaria de Comercio de Nación, que busque la forma y las herramientas para que los lácteos tengan, “un precio justo y razonable”, pues sabemos que los productores lecheros la están pasando mal y reciben valores insignificantes en relación a los precios finales en góndola, produciéndose una irregular distribución de las participaciones, y se debe denunciar entonces a quienes se están quedando con la gran diferencia de dinero que se produce en la actualidad.
Así el consumo de estos productos de primera necesidad se ha hundido hasta niveles del año 2002, momentos en los que el país atravesaba una profunda crisis económica. La demanda de leche en polvo -consumida mayoritariamente por los sectores más humildes de la población- se ha derrumbado un 47% en los doce meses del año pasado, hasta alcanzar la marca más baja en lo que va de este año. Lejos de recuperarse en el arranque del 2017, el sector lácteo registra una sostenida baja en la demanda de sus productos durante el primer trimestre. Los datos oficiales del Gobierno indican que en 2016 se tomaron cuatro litros menos de leche por habitante respecto de 2015, lo que significó una baja del 9,2 por ciento. La ingesta por persona se redujo así a 40,1 litros anuales, el nivel más bajo desde 2002. En leche en polvo, la demanda se derrumbó un 45,2% interanual y pasó a 1,6 kilos por habitante, la marca más baja de todo el siglo XIX. Diez años atrás se consumía 4,43 kilos de leche en polvo, una marca que casi triplica el consumo actual. El consumo de yogures tuvo récords de caída anual del 9,4%: se compraron en 2016 menos de 10 kilos por persona, algo que no pasaba desde 2004. La demanda de quesos bajó al mínimo de los últimos cinco años con un consumo de 11,92 kilos anuales por persona, con una baja del 10% en los blandos, los más populares. La venta de dulce de leche perforó el piso de 3 kilos por habitante, algo que no se veía desde 2006, de acuerdo con las estadísticas. La retracción continúa en el primer trimestre de este año, las ventas de lácteos cayeron 10,9 por ciento interanual, con bajas fuertes en leche líquida (10,4%) y yogures (14,9%). La caída de la venta de lácteos se da en el marco de una brusca suba del 40% de los precios, contra un 26,7% de incremento en los alimentos. Los lácteos quedaron como los artículos comestibles con mayor aumento durante 2016, sólo detrás de los aceites y continúan aumentando en lo que va del corriente año, por ello las distintas Áreas de Salud del país, han puesto en agenda este tema, ya que el no consumo de lácteos repercute negativamente en una buena, sana alimentación y crecimiento normal de las niñas, niños y adolescentes.