Los Defensores del Pueblo de la República Argentina manifiestan su profunda inquietud por la crítica situación que atraviesa la empresa cooperativa SanCor y que compromete la estabilidad de miles de puestos de trabajo a lo largo de una vasta región de la geografía económica de nuestro país.
Sancor se constituyó como una unión de cooperativas de primer grado de Santa Fe y Córdoba en los años posteriores a las crisis del treinta, cuando una multitud de productores tamberos comprendieron la posibilidad de salvar y de hacer crecer sus unidades productivas mediante el esfuerzo cooperativo.
La estructura cooperativa da voz y voto a los productores, los hace partícipes de las decisiones que involucran a la empresa, genera una cultura asociativa y promueve un desarrollo endógeno. El crecimiento de Sancor, así como del de otras empresas cooperativas de la rama láctea y de otros rubros de la producción primaria, han hecho del movimiento cooperativo un aspecto central de la Historia y de las sociedades de la región centro, parte vital a su vez de la economía argentina.
Los errores o desajustes funcionales que pudieron existir a lo largo de la trayectoria de la empresa no pueden ser achacados a la institución cooperativa como forma de organización del trabajo; el enorme potencial productivo y dinamizador de este modelo organizacional puede ser ejemplificado con una larga lista de experiencias empresarias actualmente exitosas en el plano internacional. La ratificación de la forma cooperativa no sería entonces un obstáculo para el mantenimiento de SanCor sino más bien la vía más adecuada para la salida de su crisis.
En este sentido, una correcta evaluación de las alternativas en discusión debe tener en cuenta necesariamente la magnitud del impacto social que tendría una reestructuración radicalmente regresiva de la empresa: según datos oficiales de la provincia de Santa Fe, 4.000 familias están ligadas directamente a Sancor y 20.000 de modo indirecto; con una proyección numérica del núcleo familiar, la cantidad de personas inmediatamente ligadas a la suerte de la empresa se aproxima a la suma de 100.000.
En cruciales momentos de decisión como éstos, no debe olvidarse tampoco que la historia de nuestro país ya conoce casos de empresas emblemáticas con graves problemas económicos y financieros que fueron rescatadas por el compromiso de todos los niveles de decisión política e institucional y a los que se sumó el esfuerzo de todos los sectores del espectro económico y social.
Los Defensores del Pueblo de la Argentina solicitan entonces a las máximas autoridades del país el máximo esfuerzo para concretar un plan alternativo viable que respete el valor histórico de la estructura cooperativa y que permita sostener la continuidad económica y financiera de la empresa, en el marco de una reformulación imperiosamente necesaria y urgente de la política lechera nacional que evite el cierre de más plantas y de numerosas fuentes -directas e indirectas- de trabajo.