Ante el caso de corrupción de adulteración de carnes y sobornos a controles sanitarios de Brasil que se inició con el operativo “Carne Débil” sobre 21 frigoríficos donde se halló productos de carnes rojas, aviar (pollo y pavo) y de cerdo sin hueso, gravemente adulterados, el Senasa toma muestras de cada contenedor que ingresa para exámenes bacteriológicos y físico-químicos por Buenos Aires.

Así, la -Dirección de Salud y Vivienda- de la Defensoría del Pueblo, teniendo en cuenta que somos una provincia fronteriza propensa donde pueden ingresar productos alimenticios desde la República del Paraguay y además considerando que son varios los lugares relevados en nuestra Ciudad Capital y que poseen a la venta para los consumidores subproductos de marcas como la Vienisima, Bocatti, Campo Austral, Tres Cruces, Sadia, Avex, Swift y Cabañas Las Lilas, en alimentos como pechugas de pollo, lomo de cerdo, jamón, pechuga de pavo, mortadela, salame, salchichas, salchichón primavera, paleta y otros, se sugirió a todos los consumidores adoptar las previsiones del caso.

El Ombudsman Provincial, José Leonardo Gialluca, cursó formales pedidos de información al Centro Regional Chaco- Formosa del Senasa, a cargo de Enrique Orbán y también a las Direcciones de Bromatología de la Provincia y del Municipio, para conocer las acciones preventivas que se han implementado o proyectan poner en práctica. Es que  si bien el Senasa, desde el año 2000 adoptó la misma metodología que la Unión Europea aplica con las importaciones, en el mes de febrero de este año ingresaron 63 toneladas de carne de cerdo del frigorífico Larissa, una de las 22 plantas involucradas en la investigación en Brasil. En cuanto a las plantas que operan en la Argentina, entre las que sobresalen las que pertenecen a JBS y BRF, sospechados en la investigación brasileña, el Senasa los vigila las 24 horas y durante los siete días de la semana, pero Gialluca observo que esta actividad “se inició cuando se hizo pública la adulteración de carnes de Brasil y que no es imposible que haya podido ingresar antes algún tipo de carne en mal estado, o también que nuestros consumidores adquieran subproductos en Paraguay de procedencia brasileña o hayan ingresado desde el país vecino. Ahora que se conoce la criminal adulteración de alimentos, trasciende que estas firmas ya habían sido suspendidas varias veces por otros mercados. Rusia descubrió hace poco que le enviaban carne de regiones de Brasil con aftosa gracias a certificados que decían que esas partidas provenían de zonas libres de la enfermedad.

Advirtió el Organismo de la Constitución, que desde el Estado Provincial, buscamos resguardar la salubridad pública, advirtiendo y sugiriendo conductas a los consumidores, y es necesario que así se haga puesto que en el Comercio priman los intereses, sin que se piense en la salud de las personas y si BRF es dueña de Sadia y Perdigao, y además posee 8 plantas en Argentina donde compró marcas emblemáticas, como Vienisima, Avex, Bocatti, Campo Austral y Tres Cruces y por otro lado JBC, tiene fuerte presencia en Argentina con Swift y Cabañas Las Lilas, “ante estos hechos denigrantes ya que se utilizaban ácidos y otros productos químicos cancerígenos para disimular que las carnes o los productos estaban podridos y su mal olor, debemos estar alertas como consumidores responsables”.