Desde la Defensoría del Pueblo, se pidió formalmente tanto al Presidente de FASA, Federación Argentina de Supermercados y Autoservicios-, Sr. Ricardo Cáceres, quien a su vez también ocupa el cargo de Secretario del Sector Comercial de la CAME- Confederación Argentina de la Mediana Empresa-, como así también a la CAPyMEF, en la persona de su Presidente Fabián Hryniewicz, a que la semana entrante se reúnan y a sugerencia del Organismo de la Constitución, procedan a rechazar las listas de precios con aumentos abusivos que aseguran vienen recibiendo. Estos incrementos que oscilan desde un 5% hasta un 25% en algunos productos, son estampados en las listas de precios por parte de las grandes elaboradoras de alimentos y artículos personales y no se explica a que se deben estos aumentos.

Frente a esta situación el Ombudsman Provincial, Dr. José Leonardo Gialluca, peticiono a las Cámaras Supermercadistas antes citadas, a que adopten o tomen alguna decisión para no aceptar estas nuevas listas de precios que llegan con aumentos desmedidos. Como integrantes también de la cadena de comercialización de bienes y productos de consumo masivo les cabe la responsabilidad social de defender no solamente sus márgenes de ganancias, sino también a sus propios clientes, ya que es más que evidente que por los aumentos “han caído fuertemente las ventas”.

Señalo el funcionario que, los últimos aumentos de precios están vinculados a cierta actitud preventiva que están tomando las industrias elaboradoras de alimentos, frente a los anuncios del equipo económico del presidente electo Mauricio Macri, en relación a una eventual devaluación del peso a partir del 10 de diciembre.

Por ello y siendo que los titulares y/o responsables de los supermercados e hipermercados de nuestro medio, han afirmado reiteradamente que: «Nosotros no somos formadores de precios. Queremos cuidar el bolsillo de la gente y resistir estas subas desproporcionadas»; entendemos que es necesaria una reunión urgente para adoptar medidas acordes a los tiempos que se viven y rechazar las listas de precios con aumentos que se les envía y pelear, “para que los productos tengan precios justos y razonables”.