Cada día son más los consumidores que adquieren comestibles, ropa, cosméticos, electrodomésticos, electrónica en Paraguay, por los bajos precios, debido a menores impuestos y costos operativos en relación al mercado argentino.

Datos del Observatorio de Comercio y Servicios de la Cámara Argentina (CAC), confirman que, en los últimos meses en nuestro país, se perdieron entre 140 mil a 270 mil empleos registrados, produciendo, “caída del poder adquisitivo de los salarios de quienes aún conservan sus empleos”, lo que ha originado un fuerte incremento del comercio ilegal y de la informalidad comercial. Los rubros de alimentos, bebidas, seguidos por indumentaria y calzado, son hoy los más populares entre los vendedores callejeros, informales, debido a su alta demanda y márgenes de beneficios. Desde la Defensoría del Pueblo, se afirmó que las ventas ilegales en nuestra provincia, no sólo afectan a los comercios legales, que deben competir con precios más bajos, a menudo de dudosa procedencia, sino que también, afecta en la economía del Estado Provincial por la nula recaudación. Mientras los comercios legales deben afrontar altísimos costos operativos, en la energía eléctrica, alquileres y otros los vendedores informales operan sin esos gastos y los consumidores se vuelcan a estos últimos. A esto se le debe sumar, las quejas de vecinos afectados en sus espacios públicos, problemas de higiene y también de inseguridad.

El Ombudsman Provincial Dr. José Leonardo Gialluca,  advirtió que para abordar  de manera efectiva el problema de las ventas ilegales y la informalidad, deberá ante su complejidad, implementarse estrategias de fiscalización interinstitucionales, que involucren a los Estados Nacional,  Provincial y Municipal, como así también a los comerciantes, para desarrollar estrategias conjuntas, sostenibles en el tiempo “y que contemplen la realidad y necesidades de todos, en una ciudad que ha crecido exponencialmente en los últimos años y donde no sirve la crítica simplista,  pues en el fondo, nadie puede ignorar la inédita crisis social, económica,  política, cultural que la Argentina padece y donde lo más grave, es que no existe ningún atisbo de salida o soluciones a corto plazo”.