La restitución del Impuesto a los Ingresos Personales (ex impuesto a las ganancias) votado en el Congreso de la Nación por amplia mayoría, junto a la Ley Bases, se constituyó en un golpe directo a los bolsillos de la clase media, que actualmente apenas existe en argentina-

La -Dirección de Usuarios, Consumidores y Relaciones de Consumo- de la Defensoría del Pueblo de la Provincia de Formosa, señaló que, en estos días se han difundido estimaciones de las tasas de pobreza e indigencia en la argentina, originándose contrapuntos entre diversos sectores en nuestro medio, siendo natural que al analizar las mismas, se ponga el acento en quienes representan este drama: los pobres. Esto es, aquellas personas que pertenecen a hogares, cuyos ingresos no les permiten acceder a un conjunto de bienes y servicios considerados indispensables para la vida.

En este sentido, desde el Observatorio de la Deuda Social de la UCA, se denunció que la pobreza en el primer trimestre del 2024 alcanzó un 55% de la población, además, 2 de cada 10 argentinos son indigentes. A esto se le sumó un informe del Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (CELAG) que advirtió sobre las formas de medir la pobreza, afirmando que «la clase media en argentina apenas existe y la clase pobre es la mayoritaria”, asegurando que el 73,3% es el verdadero número de la pobreza en el país. El dato se ubica casi 20 puntos por encima del relevado por el Observatorio de Deuda Social de la Universidad Católica Argentina que fijó la cifra en el 55%. Agregando su Director el Doctor en Economía, Alfredo Serrano Mancilla que: «Si no asumimos este diagnóstico, esto es, que la Argentina de hoy vive mayoritariamente en condiciones de pobreza, seguiremos insistiendo en el error de proponer un proyecto político, social y económico sin anclaje en la realidad». Esto sería lo mismo que querer hablar con una cotidianeidad que no existe, y así es imposible ser eficaz a la hora de “Hacer Política”, añadió.

El Ombudsman Provincial, Dr. José Leonardo Gialluca, denunció que, la devaluación de la moneda y el desempleo son en principio las dos variables que explican esta creciente pobreza en nuestro país. Más de 140 mil asalariados formales perdieron sus empleos en los primeros 5 meses del actual Gobierno Nacional, siendo la construcción uno de los sectores más afectados y según datos que surgen del SIPA -Sistema Integrado Previsional Argentino-, casi 112 mil de esas personas que se quedaron sin sus fuentes laborales pertenecían al sector privado, mientras que otras 25 mil estaban registradas en el Estado. Todos estos números reflejan el deterioro del mercado del trabajo argentino, que ahora no solo muestra un crecimiento de la informalidad, sino también, un mayor desempleo y una desprotección hacia los sectores más vulnerables y de acuerdo con los últimos datos del INDEC, el desempleo ascendió al 7,7% la cifra más elevada desde el 2021, cuando la economía argentina todavía estaba afectada por la pandemia del Covid 19.