-Los pagos con tarjetas de DÉBITO son equivalentes al efectivo y no debe permitirse recargo alguno-
Desde la Defensoría del Pueblo de la Provincia de Formosa, se informó que “los comercios no deben cobrar recargo alguno por abonar con tarjeta de débito o crédito en un solo pago. Se debe respetar el precio igual que si fuera efectivo”. De hecho, esta cuestión se encuentra contemplada en la Ley 25.065, en su art. 37, inciso C. En el día a día, muchos recurrimos a las tarjetas de débito para abonar las diferentes compras que realizamos, en lugar del dinero en efectivo. Sin embargo, muchas veces al momento de hacer efectiva esa transacción, el comerciante expresa que existe un recargo adicional por el pago con débito. Al respecto, se comentó que esta maniobra no corresponde y se encuentra por fuera de la ley. “Los comercios no deben cobrar recargo alguno por abonar con tarjeta de débito o crédito en un pago. Se debe respetar el precio igual que si fuera efectivo. La Ley 25.065 Tarjetas de crédito, en su Art 37. Inciso C) expresa que el proveedor está obligado a no efectuar diferencias de precio entre operaciones al contado y con tarjeta”. Por lo tanto, todo lo que es efectivo, tarjeta de débito o tarjeta de crédito en un solo pago, deberían mantener todos los mismos montos. El tema está en la comisión que los bancos les cobran a los comerciantes por ofrecer el servicio del pago con tarjetas en sus locales. Por lo tanto, ellos cobran a sus clientes un porcentaje adicional (que suele ser entre un 5% y %10 del valor total de la compra) para poder liberar el dinero, y percibirlo en sus bolsillos cuanto antes. Si no hacen este movimiento, tienen que esperar un tiempo mayor para percibir el ingreso y entra en juego el contexto inflacionario del país donde seguramente el valor del dinero efectuado el día de la compra, no sea el mismo que al percibirlo días más tarde. Sucede que los comercios realizan estas conductas, pero de manera encubierta. Porque si bien no generan el recargo directamente por efectuar pagos con tarjeta de crédito o débito, suelen diferenciar entre dos precios: uno con tarjeta de débito/crédito, otro en efectivo y eso no se puede hacer. Asimismo, la página oficial de AFIP (Administración Federal de Ingresos Públicos) lo deja claro en una de sus secciones denominadas “Operaciones con tarjeta de débito” – “Consumidores y Compradores”: “La tarjeta de débito es un medio de pago equivalente al efectivo, por lo tanto, no pueden cobrarte un monto adicional por su uso en operaciones de compra de bienes o pago de servicios”. Luego, explica que esta modalidad de pago se puede utilizar siempre que las compras que se realicen superen el monto de $100. Entre los beneficios de pagar a través de este medio son: es más seguro, ya que no se necesita tener dinero en efectivo para realizar los pagos; no se debe estar pendiente de contar con el efectivo suficiente para realizar una compra; se puede llevar un mayor control de los gastos; se puede acceder a promociones bancarias; y, por último, no se pierde tiempo haciendo filas en los cajeros.
DENUNCIAN FUERTES REMARCACIONES ESPECULATIVAS EN LOS PRECIOS DE LOS ALIMENTOS: A días de las Elecciones PASO que se llevará a cabo el próximo 13 de agosto, a la incertidumbre de los resultados electorales, se han sumado las fuertes presiones especulativas, que los consumidores encuentran “con remarcaciones de precios en los productos de la canasta básica alimentaria”. Sucede que, cuando los supermercadistas, comerciantes, entienden que el costo de reposición va a ser mayor, aumentan todos los precios inmediatamente, sin tener en cuenta si son bienes o productos dolarizados o no. Las grandes corporaciones suben los precios, al igual que los supermercadistas, resultando los responsables de los actuales incrementos. Por esto, desde la Defensoría del Pueblo se denunció que la subida del blue no debería incidir en los precios de los productos que conforman la canasta básica, cuando eso pasa es pura especulación, ya que cuando el mismo cae o baja de valor, “no se produce ninguna disminución en los precios de los alimentos”, en consecuencia, los consumidores, los comerciantes de barrios, las pymes, aparecen todos como víctimas del mismo sistema. El comerciante barrial o del Interior de la provincia también aumenta los precios porque los mayoristas se los suben, al igual que los proveedores.