-La Defensoría del Pueblo sostuvo que es necesario reconocer, reducir y redistribuir el trabajo de cuidado no remunerado como una condición para lograr la Igualdad de Género y permitir que las mujeres participen mayormente en los trabajos remunerados, pues las encuestas del INDEC muestran las marcadas diferencias en el uso del tiempo entre varones y mujeres que se mantienen a lo largo de la vida y es aquí donde se debe continuar abordando esta temática, pues es una materia pendiente y que debe acompañar la dinámica social de nuestro país y provincia, toda vez que en el nea el 92% de las mujeres realizan tareas no remuneradas

Las mujeres duplican a los varones en las horas diarias dedicadas al cuidado de miembros del hogar y superan en 1:30 horas a sus pares en el tiempo destinado por día a las tareas domésticas, según la Encuesta Nacional de Uso del Tiempo, publicado por el INDEC. Los resultados arrojaron también marcadas diferencias entre los géneros con respecto al trabajo no remunerado, es decir, el trabajo doméstico no pago, el trabajo de cuidado de miembros del hogar y el trabajo de apoyo a otros hogares -familiares y no familiares-, para la comunidad y voluntario. En cuestión de género, las diferencias observadas en el uso del tiempo entre varones y mujeres se mantienen a lo largo de la vida: en todos los grupos de edad, los varones participan en mayor proporción y dedican más horas al trabajo en el mercado laboral que las mujeres, en tanto estas superan a los varones en el trabajo no remunerado. La participación de los hombres en el trabajo doméstico ha mejorado en la última década, aunque aún persiste una notoria brecha con lo que realizan las mujeres en materia de tareas que no son remuneradas. Esto indica que continúa la prevalencia de la presencia masculina en el mercado laboral remunerado. Por su parte, ellas desarrollan el trabajo no remunerado en mayor proporción: el 91,6% de las mujeres realiza trabajo doméstico, de cuidado o de apoyo a otros hogares o voluntario. El 91,8% de las mujeres del NEA realizan tareas no remuneradas. En todo el mundo, las mismas realizan la gran mayoría del trabajo no remunerado, que incluye el cuidado de las niñas/os, la cocina, la limpieza y la agricultura. Este trabajo no remunerado es esencial para que los hogares y las economías funcionen, pero también se valora menos que el trabajo remunerado, y es por esto que desde la Defensoría del Pueblo, se entiende la necesidad de implementar mayores y mejores políticas públicas, que permitan reconocer, reducir y redistribuir el trabajo de cuidados no remunerados, como una condición necesaria para lograr una verdadera igualdad de género.