-Con la nueva normalidad y luego de meses sin actividad, son varios los locales gastronómicos que a la madrugada se transforman en boliches si estar debidamente preparados para ello y en consecuencia la Defensoría del Pueblo recibe denuncias por ruidos molestos, ocupaciones irregulares de veredas y espacios públicos, obstrucciones de garajes y de accesos a domicilios particulares, como así también conductas inapropiadas de los clientes, que al amanecer sufren los vecinos. Es por ello que la Dirección de Bromatología confeccionó una nueva Disposición que deberá ser aprobada por el Ejecutivo Municipal y donde se prevén ciertos aspectos que busca un encuadre normativo a estas nuevas ofertas existentes-


El Defensor del Pueblo de la Provincia de Formosa Dr. José Leonardo Gialluca, resaltó que así como durante los años de pandemia y donde para preservar la salud y la vida de la población se impusieron restricciones a actividades como la de boliches, casinos, pub y otros, uno de los fenómenos producto de esa situación vivida, fueron, “las centenares de denuncias que se atendieron por los denominados ruidos molestos, tanto de música a alto volumen en cualquier horario, conflictos de convivencia y tenencia irresponsable de mascotas, entre otros”. Con esta nueva normalidad, volvemos a tener multiplicidad de denuncias también por ruidos molestos, pero en este caso, “debido a los cambios o modificaciones de varios locales gastronómicos que luego de las 2 de la mañana, se convierten en boliches bailables”. Es aquí donde los vecinos han presentado numerosas denuncias y por ello hemos concretado Audiencias de Conciliación de las cuales participaron la Dirección de Bromatología de la Municipalidad de la Ciudad de Formosa, a cargo del Dr. Jorge Tarantini. Este funcionario explicó que en el contexto de la pandemia por covid19, “se hicieron excepciones, habilitando la realización de cenas-show en las veredas, pero luego de haber pasado el período más álgido del virus, el municipio volvió a la rigurosidad de no permitir los espectáculos públicos al aire libre”. Agregó también que se ha elevado una Disposición al actual Ejecutivo Municipal que determina que desde los 20 metros del local no se excedan los 65 decibeles de música, como así también otras medidas que tienden a resguardar los derechos de los vecinos. Señaló Tarantini que en esta materia existen algunos vacíos legales y que “las Ordenanzas en muchos casos han quedado obsoletas y por ello se está trabajando en actualizar las normativas y aggiornarlas a los nuevos tiempos que vive el sector gastronómico, donde se han modificado hábitos, por un lado, para sostenerse económicamente hablando y por el otro, por las demandas de los consumidores que ven a estos cambios como positivos, especialmente los sectores de adolescentes y jóvenes”. Por ahora, el problema más grave señaló el Ombudsman Provincial, es que estos lugares al cambiar de rubro y pasan a ser locales bailables no poseen los paneles acústicos o insonorización, por lo cual Institucionalmente entendemos que el municipio debe exigir este requisito, porque si bien implica una gran inversión, los vecinos-contribuyentes no tienen por qué ver alterados sus horarios de descanso, con música que inclusive “hace vibrar paredes a varios metros de distancia”. Por último, estas reinvenciones, son una materia que desde la Defensoría del Pueblo venimos enfrentándolas con las Audiencias de Mediación y Reuniones de Trabajo, que nos permiten, encontrar puntos de equilibrios entre los responsables o propietarios de diversos locales gastronómicos y sus nuevos cambios, con los derechos que poseen todos los ciudadanos. Por ello, consideramos, como positivo, que se hagan las denuncias por ruidos molestos y de esta manera poder continuar trabajando con la municipalidad de la ciudad, desde donde esperamos los instrumentos que permitan siempre una sana convivencia.