Los aumentos en los precios de los alimentos continúan creciendo por encima del nivel general, por lo que se estimó que durante el mes de abril su incremento será del 4,5 % acumulando un 19% en lo que va del presente año, siendo los lácteos, la carne, aceite, arroz, fideos, harina, los que más subieron, producto del aumento de los combustibles, del transporte y otros factores que hacen que en el último año la suba de precios acumule 42,6%.

El Ombudsman Provincial Dr. José Leonardo Gialluca, señalo que no observamos en las góndolas tanto de los supermercados como de los negocios barriales un estancamiento o suspensión de la inflación por lo que tanto las familias más pobres como aquellas que dependen de un solo ingreso destinan una mayor proporción de sus ingresos a comprar alimentos. Por ello, cuando mayor es la inflación en los alimentos, el impacto sobre los sectores de menores ingresos es superior. La situación es crítica cuando el 42% de las personas se encuentran por debajo de la línea de la pobreza en el segundo semestre del año pasado, según el Indec. Para todos los hogares es una hazaña alimentarse con los precios en aumento y el poder de compra en descenso. En este contexto desde la Defensoria del Pueblo, se denunció que no podemos continuar con esta situación, más aún en una emergencia sanitaria producto de la pandemia ya que venimos reclamando que únicamente los consumidores son los afectados, puesto que no todos pierden en esta crisis, las empresas alimenticias están ganando millones. En el 2020 Molinos registró una ganancia neta de 1.746 millones de pesos, Arcor ganó 1.229 millones de pesos solo considerando el segmento de alimentos; y Ledesma registró un beneficio neto de 5.610 millones de pesos. Si bien el Gobierno Nacional impulsa acuerdos con los eslabones más concentrados de las cadenas -como las empresas alimenticias o los frigoríficos- que en muchos casos son los que, fijan precios cada vez más altos o realizan maniobras para desabastecer el mercado. Por lo tanto, es más que evidente que se hace necesario controlar los precios pero desde los lugares en que se produce y transparentar toda la cadena de comercialización, exigiendo a las empresas que muestren sus libros de contabilidad, “pues siempre están pidiendo ajustar los precios de los alimentos y controlarles los stocks porque también vemos como desabastecen las góndolas, para de esta manera presionar a las autoridades y continuar subiendo los precios”. Como contracara es necesario una recomposición salarial para todos los sectores, donde se incluyan también a los jubilados, pensionados y beneficiarios de AUH y otros.