-El debate que se protagoniza no resuelve nada y sí es necesario manifestar que las principales causas de muerte en nuestro país en las mujeres son las enfermedades cardiovasculares, el cáncer de mama y el alzheimer, no apareciendo en ningún momento los abortos, ello quiere decir que, no representa una prioridad en lo que respecta a la salud pública-

Como es de público conocimiento, se está debatiendo un proyecto de ley referido al “aborto legal” y más allá de los aspectos específicamente técnicos-normativos que hacen al procedimiento de sanción y promulgación de las leyes del Congreso de la Nación o de las discusiones en las que colisionan dogmas de dos grupos claramente definidos los anti abortistas y los abortistas, partiendo de la base que en la Democracia todos tenemos derecho a opinar y defender nuestras ideas mediante su difusión, siempre y cuando las mismas no sean violatorias y/o atentatorias de la Constitución y las Leyes dictadas en consecuencia, apresurándome a reafirmar mi postura “en contra del aborto”, la cual he expuesto con anterioridad. Quiero enfocarme en una de las banderas de quienes propugnan el aborto legal que, me parece, merece serios reparos y que no es otra que pretender presentar a la interrupción voluntaria del embarazo subsidiada por el Estado como una cuestión sanitaria, como la solución a la problemática de la muerte de mujeres que se practican abortos clandestinos. Dejo esta afirmación, que representa una de las columnas vertebrales de quienes apoyan el aborto legal, pues es pasible de cuestionamientos lógicos y morales en cuanto a que, tal postura, es el exponente de una enorme hipocresía pues, en realidad, resulta que no se quieren debatir cuestiones de base, que representarían una solución natural y sin pérdidas de vidas para los embarazos no queridos. No se centra la discusión en la necesidad de prevenir la promiscuidad en la sexualidad y fomentar el ejercicio de una vida sexual plena y fundamentalmente responsable. Hoy, podemos ver a personas que con total arrojo llaman a la interrupción violenta de una gestación humana “justicia social”. Considero que, en realidad, nada tiene que ver una cosa con la otra. Una sociedad se juzga por el trato que le da a los más desprotegidos, cuando más los cuida, más se acerca a la Justicia Social y nadie pude discutir que uno de los seres más desprotegidos que existe es la persona por nacer. Hay quienes estigmatizan a los pobres y no tienen idea de lo que son. La gente pobre ama la vida incluso cuando le falta lo esencial y vital. Si recorremos los barrios más carenciados, vemos a mujeres con varios hijos y ellas los aman a todos, e impresiona su ternura para con los mismos. Por eso es que, escuchamos a mucha gente hablar sin compromiso y sin conocer la realidad. Desde el respeto que debemos tener hacia nuestras madres, es que reafirmo la vida y por ello está claro que desde el momento de su concepción, el feto no pertenece a la madre y por ello una mujer nunca dirá: “mi cuerpo está embarazado”, sino “estoy embarazada”. No se puede desconocer que, anualmente, los abortos clandestinos en nuestro país matan tanto a la persona en gestación como a la madre y, aunque poca gente lo sepa, no es una cifra abrumadora como algunos afirman, no obstante basta la pérdida de una sola vida humana para que el problema sea tal. Es por ello que, como decía al principio, más allá de los tecnicismos legales y los dogmas, bueno sería que, como Sociedad, especialmente mis congéneres los hombres, abriéramos un debate enserio en el que podamos discutir ¿de qué manera ayudamos, o no, a formar la conciencia social hacia una sexualidad responsable? Una que permita vivir la verdadera libertad sexual, pero sin exponernos y, peor aún, exponer a nuestros semejantes a la muerte, sea por interrupción de nuestros signos vitales, como consecuencia de un aborto clandestino, sea porque deberemos cargar en lo que nos resta de vida con el yugo de haber despreciado la Gracia Divina de, nada menos, poder engendrar vida. Por último, es necesario considerar los argumentos de quienes nos dicen que el aborto es algo moderno o progresista y aquí viene la pregunta, ¿Progresa una sociedad resolviendo sus problemas con la eliminación de vidas humanas?. En la actualidad miles de niñas/os y personas mueren diariamente en nuestro país por desnutrición, falta de alimentos o medicamentos o por otras cuestiones, que son tragedias silenciosas que no se visibilizan y que tienen un impacto negativo en nuestra sociedad mil veces más fuerte que despenalizar el aborto por quienes se hacen llamar representantes del pueblo, por lo cual, dejamos en claro que cuando se aborta o se ahorca a alguien, no se interrumpe un embarazo o la respiración, sino que, simplemente se mata a alguien a pesar de que lo están tratando de enmascarar como una especie de muerte necesaria y ya los Nazis mataban para mejorar la raza y así encubrían una realidad, con el aborto sucede algo similar, estamos tapando otras necesidades que tienen millones de personas y que la estamos ocultando.

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