Desde la Defensoría del Pueblo, señalaron que la empresa Crucero del Sur quien monopólicamente trata de brindar el servicio público de transporte urbano en nuestra ciudad, sufrió un embargo de unas 60 unidades que adquirió a la firma Mercedes Benz en Buenos Aires.
La deuda surge de atrasos en el pago de cuotas. Pero también es cierto que el viernes pasado cuando un abogado del foro local procedió al diligenciamiento de las órdenes judiciales a través de juzgados civiles de Formosa, fue consultado por el Ombudsman Provincial Dr. José Leonardo Gialluca, quien recibió la información de que «no existe intención de secuestrar los colectivos, pero sí de que los dueños o el dueño se siente a negociar el pago de lo adeudado». Casualmente ese día el CEO de la Empresa de Transporte, arribó a la Municipalidad de la Ciudad y no conocemos Institucionalmente que es lo que se trató en dicha situación. Lo único que estamos en condiciones de informar es que desde la Empresa «nos aseguraron que todo fue pagado y no existe deuda alguna». No obstante, lo cual el Defensor del Pueblo, afirmó que el transporte público es una actividad económica que requiere si o si de una fuerte fiscalización y ejercicio del Poder de Policía del Municipio, pues las víctimas son siempre los usuarios, vecinos que tienen que esperar horas en cada parada para que pase alguna unidad de transporte (la mayoría de ellos sin los aires acondicionados prendidos, con choferes que no tiene un trato digno hacia los usuarios, prosiguiendo aún hasta la fecha la Defensoría del Pueblo con las gestiones judiciales para que la Firma abone las cuotas alimentarias las cuales son descontadas de los recibos de los choferes y además también existe otra acción judicial por la falta de los aportes patronales de Crucero del Sur para con todos sus empleados). Señalo el Funcionario Provincial, que la solución no pasa por otros aumentos de pasajes como quieren ciertos sectores, ya que la gente no recibe incrementos salariales cada tres o seis meses en más lo que hoy si está recibiendo son aumentos de combustibles, de alimentos, de bienes de higiene personal, de medicamentos que son impagables y con precios impuestos por los laboratorios, por lo que las soluciones o alternativas deben venir por otro lado, y no por la facilidad de caer nuevamente sobre los usuarios que encima tienen un servicio deficiente. En este tema debemos terminar con los, «dobles discursos», señaló Gialluca que alguien se tiene que hacer responsable, pues hasta hoy, todos los actores «se pasan la pelota jugando con las necesidades de la gente”, y es tiempo de seriedad y de hacer cumplir todas las obligaciones a las empresas y al estado concedente.