Los consumidores, las Pymes y el comercio nacional, necesitan soluciones urgentes y concretas, no promesas y expectativas para de aquí a 2 o 10 años, pues la crisis económica y social se profundiza día a día con una inflación muy alta. –


El Acuerdo de Asociación Estratégica entre el Mercosur y la Unión Europea, implica la potencial creación de un mercado común de aproximadamente unos 800 millones de personas. Hasta ahora y sin conocerse lo que todos llaman “letra chica” y sin que todavía no haya pasado por el Congreso de la Nación y de todos los demás Estamentos Legislativos de los países que integran tanto el Mercosur como la Unión Europea, donde podría producirse modificaciones al mismo, queda claro que el Gobierno Nacional de Mauricio Macri ha presentado al mismo como un “éxito” y la oposición ha señalado “que no hay nada para festejar”. Desde la Defensoría del Pueblo de la Provincia de Formosa, más precisamente desde su –Dirección de Usuarios y Consumidores- se señaló que, luego de dos décadas de negociaciones entre los dos bloques y el paso de varios gobiernos de distintos signos políticos en nuestro país, se ha alcanzado este Acuerdo. El Ombudsman Provincial Dr. José Leonardo Gialluca, advirtió que a meses de las elecciones nacionales y existiendo una economía en profunda crisis que viene desde hace unos 3 años hasta la fecha, se nos pretende mostrar este Acuerdo “como la vuelta al mundo de la argentina” o “como una lluvia de inversiones que nunca llega”. Por ello, es que tenemos que ser prudentes, puesto que, “de aprobarse el acuerdo para los consumidores y las pymes, solo implicara una gran subordinación a los intereses del capitalismo imperialista financiero nacional y extranjero”. Es que el comercio entre la Unión Europea y el Mercosur, es desigual. El 68% de las importaciones se concentran en productos manufacturados de alto valor agregado, como vehículos, autopartes, medicamentos y químicos. Mientras el 63% de las exportaciones del Mercosur a la Unión Europea, son únicamente productos alimentarios y agrícolas. Por lo conocido hasta ahora en general sería la Unión Europea la gran beneficiaria y entre nosotros, es decir en la Argentina, los que se van a ver gananciosos son: las multinacionales, automotrices que reducirán costos de importación y exportarán partes o vehículos, también entre los beneficiarios las “grandes empresas sojeras”, además el 60% de las ofertas del Mercosur se desgravarían en un plazo de 10 años o más. Es posible que la Industria Argentina se vea muy afectada sobre todo en los bienes de consumo durable, es imposible que compitamos por ejemplo con un lavarropas Alemán o con placas de tipo Bosch. Gialluca señaló que, con este Acuerdo, nos venderán autos Alemanes caros y nos van a comprar trigo, carne y pescado barato, nos ofrecerán seguros de todo tipo y clase, desde Bélgica y otros países, lo que en definitiva no beneficiará seguramente a los consumidores y usuarios argentinos por lo que hasta ahora podemos observar. Por otro lado, las Cámaras Pymes ya advierten que no es la primera vez que estos acuerdos producen una invasión de productos extranjeros y por ello, temen que esto va a generar una profundización de la crisis en la Industria como el calzado, textil, metalúrgico, que son los que vienen cayendo. La preocupación de la Cámara Argentina de Fabricantes de Medias, señaló que será muy difícil competir con países que tienen siglos o años de apoyo real de sus Estados para convertirse en megaindustrias y megaempresas competitivas. Aquí en Argentina lo que existe es un Gobierno Nacional que no apoyo a las Pymes y menos aún a la Industria Nacional, no las han hecho participar, ni comunicado nada referente al Acuerdo, por lo que con una presión impositiva del 50%, suban las tarifas de los servicios públicos, los costos logísticos sumamente altos, las cargas sociales, la falta de financiamiento, las altas tasas de interés y el derrumbe del consumo interno, plantean ya un escenario complicado para las Pymes, Industrias y consideran que la única salida sería que el Estado Nacional desarrolle de manera urgente y sostenida una política pública que permita que todas las antes citadas, puedan ser competitivas y en ello también debe trabajarse con el sector público, sindical y empresario argentino. Por ello, las condiciones de competitividad en las que trabajan nuestras Pymes en la argentina hace que sea muy difícil de competir contra cualquier otra empresa de otro País Europeo.