Aproximadamente más del 30% de la carne que se consume en la Ciudad Capital, ingresa clandestinamente, lo que no quiere decir que sea producto de un ilícito, sino que no ha pasado por los frigoríficos o mataderos municipales.

La compra de carne ha caído en todo el País y, en Formosa, el escenario se repite, en carnicerías y sobre todo en las de barrio. Así lo confirmó la -Dirección del Consumidor y Usuario- de la Defensoría del Pueblo, luego de un relevamiento efectuado en los mismos, de donde surge que la gente ha modificado sus hábitos y se están comprando principalmente “ofertas” que comprenden en algunos casos hasta 3 cortes inclusive a un valor de $360 y que contienen: marucha, osobuco y aguja en un total de 3 kg. Por otro lado, se ha impuesto la práctica del consumo “para el día” o “para el almuerzo”, lo que equivale a la adquisición de dos o tres bifes o algún otro corte para preparar la comida del día. Todo esto nos está revelando que, por la inflación y pérdida del valor adquisitivo de los salarios de los trabajadores, el consumo de carne se ha desplomado abruptamente. “En algunas carnicerías se señaló que, se está trabajando de acuerdo a la demanda, esto es en primer lugar se prepara lo -justo y necesario que se sabe se venderá-, por ejemplo: una fuente de carne molida, cierta cantidad de milanesas, hamburguesas caseras, albóndigas de carne/pollo, etc.; y por otro lado, nos encontramos también con ofertas de 3 kg pata y muslos de pollos a $210, molida especial el kg $215, molida común el kg $150, osobuco el kg $110, aguja el kg $128, pulpa el kg $215, pechito de cerdo por kg $179,99, chorizo parrillero por kg $126,99, 5kg de costilla de novillo por $830”. Gialluca, señaló que en nuestro interior provincial el precio de la carne es más barata y se pueden encontrar precios mucho más accesibles al bolsillo de la gente, así: 1kg de costilla de novillo a $150, kg de osobuco $40, molida especial el kg $140, molida común $110, 1kg de lomo $150, costeleta por kg $110, tapa – peceto y redonda 1kg $130, pulpa 1kg. $140; ya en otras carnicerías de capital nos encontramos con el kg de aguja y marucha a $175, osobuco el kg. $140, 1kg de molida común $195. En general, en todas las carnicerías, “coinciden que los vecinos van y piden $50 de molida, lo que alcanza aproximadamente a unos 300grs.”. Golpea también muy fuerte a las carnicerías, el costo de la energía eléctrica impuesto por el Gobierno Nacional y sin que hayan sido beneficiarios de ningún subsidio hasta la fecha (pagando un 27% de I.V.A.), lo que hace que muchos de ellos, -trasladen estos costos fijos al precio de la carne-. “Un comercio de barrio venía pagando de 3000 a 4000 pesos de energía en diciembre de 2018 y en enero han tenido facturas de 8.000 a 10.000 pesos o más”. La energía eléctrica es uno de los factores más importantes para los carniceros porque pagan altas sumas para mantener la carne refrigerada en cámaras frigoríficas y en las heladeras. Los responsables locales explican que, ante la crisis, “los comerciantes han elegido cuidar a los compradores asumiendo parte de ese aumento, bajando sus márgenes de ganancia”. También se pudo conocer que un 30% de la carne que se consume en nuestra ciudad, ingresa “clandestinamente desde el interior provincial” y ello no quiere decir que tenga un origen -ilícito-, sino que se faena en los campos sin que pasen por algunos de los frigoríficos que tenemos en la provincia, como La Rural, Pirané, Clorinda, San Francisco de Laishí o en los Mataderos Municipales de Laguna Blanca, Gran Guardia, y otros; “punto este que debe ser revisado de manera urgente, ya que se encuentra en juego no solamente la salubridad pública, sino también se recrea una competencia desleal y a la par una fuerte evasión impositiva”.