Desde la -Dirección de Derechos del Consumidor – Usuarios y Contribuyentes – Relaciones de consumo- de la Defensoría del Pueblo de la Provincia de Formosa, se llevó a cabo un relevamiento sobre dos productos de consumo masivo, uno es el pan y el otro la carne vacuna, pudiéndose determinar que, ante la suba del precio de la bolsa de harina que se acerca a los $1.000 (costo actual $960) y con lo cual el precio del kilogramo del pan oscila en nuestro mercado local entre los $45 y $55 el kg, en relación a los distintos cortes de carne vacuna, se han producido incrementos de hasta un 20% lo que provoca que la inflación de febrero que fue de 3,8%, el NEA sea la región más castigada por la suba de precios en los productos alimenticios.
El Ombudsman Provincial Dr. José Leonardo Gialluca denunció que la inflación volvió a dispararse y marcó un altísimo 3,8, que echa por tierra las proyecciones por debajo del 30 por ciento anual para el 2019. Así las cosas, del mismo relevamiento se pudo determinar que, “hay precios de productos que suben porque otros precios subieron antes y las remarcaciones se dan para no quedarse atrasados de manera abusiva”. El Funcionario Provincial señaló que los consumidores en Formosa somos más castigados aún, por las subas de los productos alimenticios, “por la falta de competencias y se viene dando en los hechos un fuerte crecimiento en la cartelización del consumo”. Es que existen cada vez menos comercios de barrios y las grandes cadenas de supermercados se quedan, “con la posibilidad de ser los únicos oferentes y referentes con precios sumamente altos y donde los valores están muy por encima de los reales, comparados con otras regiones”. Esto no es casual y se va profundizando porque el consumidor no tiene alternativas y hoy encontramos a miles de ellos “endeudados para comer”, ya que la mayor parte de las compras se realizan pagando con tarjetas de créditos y esto representa un fuerte aumento en los endeudamientos para conseguir artículos de primera necesidad y el gran problema que se plantea es que, “la financiación de las compras concretadas con tarjetas, se refinancian con tasas que pueden llegar al 80%”. En este sentido, tenemos un mercado local imperfecto toda vez que involuntariamente o no, se han conformado fuertes -oligopolio- ya que tenemos un número de vendedores muy reducido de manera que acaparan las ventas como si hubiera una -monopolización- y esto deja indefenso a los consumidores que terminan abonando los productos alimenticios a un precio mayor del que deberían si existiera una real, mayor y sana competencia. Gialluca señaló además en cuanto a los -Precios Cuidados- en nuestra provincia, no existen y no tienen ningún beneficio ni influencia a favor de la gente y es por ello que en el actual escenario, los comercios medianos y ni que hablar de los pequeños no pueden competir contra los “poderosos”, por lo cual, “lo peor que está sucediendo es que, los consumidores estamos naturalizando los abusos y terminamos presos de quienes actúan como absolutos dueños del mercado local”.