Frecuente generador de quejas por los “excesos de la nocturnidad”, el funcionamiento de boliches bailables, restobares y pubs continúan dando motivos de reclamos de parte de vecinos – contribuyentes, y que se centra en los ruidos molestos (alto sonido de la música – locales no preparados), falta de lugares para estacionar, exceso de consumo de bebidas alcohólicas y mezclas, daños a la propiedad privada, etc.

En diferentes barrios, la actividad de estos locales se traduce en contaminación sonora, disturbios los viernes y sábados principalmente y otros trastornos que les hacen la vida imposible a los vecinos. Ya cansados de pasar largas noches en vela por los ruidos molestos, los frentistas de distintas zonas acudieron a la Defensoría del Pueblo y reclaman que el Municipio tome cartas en el asunto para ponerle fin al desmadre existente. El Ombudsman Provincial Dr. José Leonardo Gialluca señaló que la semana que viene mantendremos reuniones con los propietarios de uno de los locales bailables ubicado por la Juan Domingo Perón al 1400 de nuestra ciudad y donde los vecinos han acreditado con pruebas más que suficientes, la existencia excesiva de ruidos molestos, riñas, gritos, falta de estacionamiento en toda la zona que rodea al lugar lo que hace que tanto motos como vehículos automotores invadan veredas y calles obstaculizando garajes, siendo también habitual el utilizar las puertas o paredes como “mingitorios” de manera permanente, lo que obliga a los vecinos a tener que proceder a baldear y limpiar las mismas para poder vivir dignamente. Los presentantes denuncian también que existe un exceso en el ingreso de jóvenes y personas que superaría ampliamente la capacidad del mismo lo que agrava aún más la situación, añadieron presenciar permanentemente imágenes calamitosas y vergonzosas que sucede ante la mirada pasiva de la fuerza de seguridad y de los responsables del orden de estos locales. Los vecinos se consideraron víctimas de esta situación descripta y que a pesar de las quejas ya expresadas a las Autoridades Competentes, los atropellos continúan y por ello recurren a la Defensoría del Pueblo. Desde la Institución se les aclaró que se trabajará dentro del plan “tolerancia cero” de ruidos molestos pues hemos visto como el personal de la policía de la provincia se encuentra avocada a secuestrar las motos con “escapes libres” o sin caños de escapes o preparadas para causar ruidos molestos a los ciudadanos y por ello entendemos que si existe una clara voluntad de los responsables y/o propietarios y descontando el acompañamiento de la Dirección de Bromatología del Municipio, se podrá ir en búsqueda de una solución a esta situación donde, “los vecinos han dejado en claro que a largo plazo debería crearse una zona o zonas puntuales para la movida nocturna como se ha hecho ya en otras ciudades”.