Desde la Defensoría del Pueblo de la Provincia de Formosa, se solicitó formalmente y con carácter de urgente al Ministro de la Producción de Nación, Lic. Dante Sica, al de Agroindustria, Luis Miguel Etchevehere y al Secretario de Comercio, Miguel Braun, que frente a los resultados obtenidos de un relevamiento llevado a cabo en nuestro mercado local y de donde surge que en el último mes se ha producido y se profundiza una baja en el consumo originado por las fuertes alzas de los precios de los productos consecuencia del aumento del dólar, combustibles, transporte y otras variantes, requerimos Institucionalmente en nombre y representación de la universalidad de consumidores de nuestra jurisdicción, que se disminuya la fuerte presión fiscal que se encuentra por encima del 40% para los alimentos de consumo masivo y mayor al 50% para las bebidas, lo que no permite que los consumidores puedan adquirir lo que necesitan y los comercios y las Pymes deben lidiar no solamente con la competencia desleal, sino que principalmente todos esperamos que se pueda dominar la inflación que ya se está calculando para lo que va del corriente año en un porcentaje superior al 30%; el cual no tiene ninguna relación con los bajos salarios existentes y no hablamos aun de los jubilados, pensionados, tampoco de los desocupados y cuentapropistas, sectores estos últimos que el Estado Nacional margina y los excluye de un sistema de gran exclusión.
Los datos aportados por el Organismo de la Constitución, son los siguientes: en las últimas tres semanas todo lo que sea fideos y pastas secas, subieron un 23%, el aceite un 16%, los quesos un 12%, gaseosas, 11%, yerba 9%, mayonesa 10%, manteca 8%, a esto se le agrego que todos los productos de higiene personal y limpieza han aumentado un 30% y esto está confirmando que el precio del dólar está influyendo en los valores de los alimentos y ello no significa, desde hace rato, una buena noticia, pues muchas familias ingresan día a día a los sectores con mayores necesidades y ya ni siquiera las terceras marcas se salvan de los incrementos y la gente compra poco y lo que puede, para el día y va cada vez más alimentándose de manera deficiente.
El Ombudsman Provincial, Dr. José Leonardo Gialluca, denuncio que en términos de estratos sociales, podemos observar que los hogares de menores recursos -bajo superior y bajo inferior-, son los que más sintieron el impacto en los últimos días, ya que la aceleración de la inflación en los últimos meses con la consecuente pérdida de salario real y, los precios de la canasta -que pasaron de una variación interanual de un 17% al cierre 2017, a una de un 21% en mayo pasado- «son los motivos de la caída del consumo masivo en los hogares de menores recursos», lo que se ha agravado en el mes de junio y lo que va de julio sin que podamos los consumidores tener ninguna posibilidad de certeza acerca de lo que va a suceder o cual será el techo de los precios de los alimentos, máxime en provincias alejadas de los grandes centros de producción donde el ítems transporte aumenta el valor de las mercaderías considerablemente. Así las cosas, con una entrada que rinde menos, los hogares de bajos ingresos restringieron sus visitas a los centros de abastecimiento, dejaron de hacer compras mayores que implican más desembolsos en mayoristas o supermercados, y volvieron al almacén de barrio, que les permite controlar mejor su gasto y desembolsar una suma menor de dinero por cada acto de compra.