La Asociación Formoseña de Anestesia, Analgesia y Reanimación -A.F.A.A.R- Personería Jurídica 078/91- , cuya Presidenta en la actualidad es la Dra. Bergagno, Teresita Haydee y el Dr. Bay, Omar L., Secretario General, han comunicado que a partir del 1º de julio del corriente año se dejara de brindar prestaciones a los afiliados al PAMI, y por lo tanto de ser necesarias estas deberán ser pagadas por los mismos cuando las requieran.

El Ombudsman Provincial, José Leonardo Gialluca, remitió una formal intimación al actual Titular de la UGL Local a cargo del Lic. Iván Kaluk y además al Director Ejecutivo del PAMI Nación a cargo de Sergio Cassinotti; con el objetivo de que se normalice en forma urgente esta situación puesto que no se puede colocar a nuestras abuelas y abuelos en la situación extrema de abandono, ya que obligarlos a abonar estas prestaciones esenciales que deben ser cubiertas por su obra social, es una obligación de la misma y un derecho humano de los afiliados.

Es por todo ello que la máxima responsabilidad  recae sobre el PAMI, donde sus Autoridades son las que deben ofrecer soluciones, puesto que de lo contrario lo único que queda es la justicia donde a titulo ejemplificativo el Colegio Bioquímico del Chaco, manteniéndose firme en exigir la igualdad en la retribución por el trabajo ha obtenido una re categorización con el valor de la categoría “B” la más alta dentro de la clasificación y por ello los bioquímicos de la provincia vecina recibirán un arancel igual al que cobra un profesional de la Provincia de Buenos Aires o Córdoba y ese logro ha sido la unión de todos los profesionales puesto que ahora regresan al sistema de validación y autorización y no al sistema capitado que el PAMI quería imponer en desmedro de los profesionales y de los afiliados a esta obra social principalmente, siendo que en Formosa se les paga una de las capitas más bajas del país, sin razón alguna, pues se benefician llamativamente a otras provincias, con lo cual, “entendemos que para el PAMI, la salud de los abuelos no es un derecho humano sino algo – negociable- y que tampoco se respeta el trabajo de los profesionales de la salud ya que se pretende que estos últimos subsidien con sus ingresos a las  obligaciones que posee la obra social, creando zozobra en la salud de quienes viven actualmente peregrinando de un lugar a otro sin ninguna seguridad de poder encontrar quien los atienda dignamente, a pesar de haber aportado lo que corresponde durante años”.